Habrá estaciones a 400 kHz en México

Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión Noticias

Por Gabriel Sosa Plata

CIUDAD DE MÉXICO — El pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) tomó una decisión que parecía que nunca iba a llegar por la presión de la industria: modificó la norma técnica para la operación de estaciones en la banda de FM, lo que permitirá dar cabida a nuevos operadores en la radio.

La nueva norma fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 5 de abril.

El cambio más importante de la normatividad dice: “cuando no exista disponibilidad espectral alguna con separación a 800 kHz, el Instituto podrá establecer una separación entre frecuencias de 400 kHz como mínimo para estaciones de FM que operen en una misma localidad, siempre y cuando se garantice su operación conforme a los parámetros técnicos”.

Esto significa que, por ejemplo, en el espacio entre Radio Red FM, que se ubica en los 88.1 MHz, y Siempre, en el 88.9 MHz, existe la posibilidad de que pueda funcionar una nueva estación a la mitad, es decir, en los 88.5 MHz, en la Ciudad de México. Y así en todo el cuadrante de la banda de FM en cada una de las plazas o ciudades del país.

Antes de aprobar la nueva norma, el IFT llevó a cabo una consulta pública del proyecto, del 9 de octubre al 20 de noviembre de 2015. En este proceso se recibieron 21 participaciones “que fueron valoradas y, en su caso, incluidas en la conformación del proyecto final”.

De igual manera, el IFT elaboró con el apoyo de la emisora Ibero Radio 90.9 (que opera en los 400 kHz) un estudio técnico, en el que se concluyó que “es viable la operación de estaciones de radiodifusión en FM, tanto en modo analógico como en digital, con separación de frecuencia entre portadoras principales menores a 800 kHz, sujeto al análisis técnico previo de caso por caso para confirmar su viabilidad técnica”.

Como era de esperarse, la reforma a la norma generó reacciones encontradas.

Los empresarios de la radio manifestaron a través de un comunicado de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) que si bien esta disposición permitiría el ingreso de nuevas emisoras en diferentes sitios, “el IFT debiera dar prioridad para solucionar la transición de emisoras en AM que han solicitado durante años su cambio a FM y cuyos casos están pendientes de resolver luego del cumplimiento de los requisitos del Acuerdo del 15 de septiembre de 2008”.

La CIRT se refiere al beneficio que obtuvieron los concesionarios de más de 500 frecuencias de AM que pudieron transitar hacia la banda de FM, con base en dicho Acuerdo, publicado durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). Sin embargo, 171 estaciones de AM no pudieron migrar a la FM por falta de frecuencias en 800 kHz. Ahora muchas de ellas podrán hacerlo.

Para la CIRT es de igual manera primordial “que preserve la calidad del servicio de radiodifusión y se eviten interferencias entre señales”, con base en las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

El ex diputado federal y consultor de diversas empresas de radiodifusión, Federico González-Luna, escribió un artículo para el diario El Financiero en el que hizo la siguiente pregunta: con la nueva norma “¿realmente serán buenas noticias para los radioescuchas y para los concesionarios? ¿la simple disponibilidad de frecuencias logrará una mejor radiodifusión?”.

Aunque no ofrece una respuesta, González-Luna deja entrever el problema, al afirmar que el “dividendo es una ganancia o consecuencia favorable, pero cuando la supuesta eficiencia genera interpretaciones encontradas” sobre los beneficios, se corre el riesgo de convertir el cambio en un factor de división.

La Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), que preside Jorge Fernando Negrete, opinó distinto. Dijo que la modificación de la norma “es acertada porque permite un uso más eficiente del espectro”.

Es paralelamente “una ocasión para fomentar más competencia, pluralidad, diversidad y democratización de los recursos espectrales y del sistema de medios de comunicación, en beneficio de los derechos de las audiencias”.

Para la AMEDI es importante que el IFT “garantice que organizaciones sociales, comunidades indígenas, proyectos comunitarios e instituciones públicas de todo el país tengan acceso a un espacio en el cuadrante para dar a conocer sus puntos de vista, difundan su cultura y tradiciones y cumplan con su función social, cultural, educativa y de información”.

En lo que se refiere al uso comercial de las frecuencias, la AMEDI dijo que “es imperativo que nuevas empresas obtengan concesiones” para hacer competencia a los 10 grupos que controlan o son concesionarios del 70 por ciento de las estaciones de radio.

Por lo mismo, “la ganancia espectral no sólo debe significar una migración automática de las estaciones de AM que no tuvieron acceso a la banda de FM … sino ampliar las posibilidades para una mayor diversidad, pluralidad y competencia en la radio”.

Alejandro Navarrete, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT, dijo que hasta ahora el órgano regulador “no ha identificado un número definitivo de las nuevas estaciones que podrían aparecer con esta medida, debido a que se están realizando los estudios técnicos necesarios”.

No obstante, precisó, que la decisión permitirá, por una parte, abrir espacios para algunas de las estaciones de AM que quedaron pendientes de migrar a la FM por falta de espacio en el cuadrante, y por la otra, concesionar frecuencias para nuevas estaciones comerciales a través de una licitación.

La operación de estaciones a menos de 800 kHz ya era una realidad técnica en el país, aún antes de la reforma, específicamente en la Ciudad de México.

Es el caso de UAM Radio 94.1 (entre Joya 93.7 MHz y Opus 94.5 MHz), el Politécnico en Radio 95.7 MHz (entre Amor 95.3 MHz y Radio UNAM 96.1 MHz) y Horizonte 107.9 (a 600 kHz de La Z, que opera en los 107.3 MHz).

¿Cómo pudieron otorgarse estas licencias? Porque la misma norma técnica lo permitía, pero estas emisoras sólo podían ser de clase D o de baja potencia. En todo caso, las únicas beneficiarias de las frecuencias fueron instituciones del estado y una universidad privada, mediante el procedimiento de asignación directa o no por concurso o licitación.

Con la nueva norma, podrían licitarse frecuencias en 400 kHz, en mercados tan competidos como la Ciudad de México, o hacer realidad la reiterada petición de emisoras históricas como Radio Educación — que transmite en los 1060 kHz — para tener acceso, después de muchos años de gestiones, a un canal en la banda de FM.

En el caso de la Ciudad de México, un estudio realizado hace años por John Schneider, quien fue representante en México de iBiquity, identificó entre cinco y 11 canales libres en la banda de FM para nuevas estaciones a 400 kHz.

Algunos de estos canales son 89.3 MHz, 91.7 MHz, 94.9 MHz, 97.3 MHz y 106.9 MHz y para transmisores de menor potencia los canales 88.5 MHz, 96.5 MHz, 98.1 MHz, 102.9 MHz y 105.3 MHz.

En otras localidades del país, esta cifra podría ser similar o más elevada. Su uso dependerá del interés de empresarios, de las instituciones del estado o de los grupos de la sociedad, y de la política pública que al respecto desarrolle el IFT.

vía Radio World

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