Hotspots de WiFi, la evolución de las casetas telefónicas

Instituto Federal de Telecomunicaciones Noticias

Por Itzel Castañares

Afectadas por el uso de los celulares, el negocio de casetas telefónicas públicas ya no resulta rentable. La evolución de estas a puntos de acceso WiFi sería la respuesta para hacerlas despegar nuevamente, tal como pasa en países como Francia y Reino Unido.

Ante la cada vez menor utilización de las casetas telefónicas públicas por el uso de los celulares; la instalación de nuevos negocios, como los puntos de acceso de WiFi, pueden hacerlas despegar nuevamente, consideraron expertos.

El negocio de casetas telefónicas ya no resulta rentable para las empresas que lo ofrecen. En noviembre de 2015, Maxcom Telecomunicaciones anunció su desinversión en la telefonía pública, un negocio en el que, asegura, perdía dinero.

Por otra parte, Telmex solicitó a la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) a mediados de 2013 dejar de operar 60 mil casetas del total que tiene instaladas en México, debido a los altos costos de operación y mantenimiento de un servicio que su título de concesión le obliga a ofrecer.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) calcula que al cierre de 2015 había en el país alrededor de 748 mil 418 casetas, aunque es un dato que todavía está en revisión.

Sin embargo, pese a ser un negocio de telefonía que va perdiendo atractivo, en la Ciudad de México (CDMX) todavía hay algunos puntos en donde operan no sólo casetas telefónicas de Telmex, sino también, las de empresas privadas de recarga de tiempo aire y de pago con monedas, así como otras cuya meta principal es ser un espacio de publicidad.

La firma PM Onstreet señala en su portal web que cuenta en la capital del país con alrededor de mil 350 casetas telefónicas establecidas en puntos estratégicos que cubren todos los niveles socioeconómicos, lo que le permite planear campañas que cumplan los objetivos de las marcas. Otras cabinas que aún son visibles en las calles de la CDMX, pero ya no operan, fueron promovidas por Alta Grupo, una firma que vendía teléfonos públicos a un costo bajo con la promesa de un alto rendimiento mensual. Sin embargo, las oficinas de la firma ubicadas al sur de la ciudad ya no operan desde inicios del 2015.

Fernando Esquivel, analista de The Competitive Intelligence Unit (CIU), comentó que el negocio de las casetas telefónicas se ha vuelto obsoleto no sólo por el auge de la telefonía móvil, sino también, por la diferencia de precios entre ambas ofertas. Por ello, estimó que deben evolucionar para ser atractivas, bajo un nuevo esquema.

“El diferenciador está en otro negocio. Es la oportunidad para que quienes tengan casetas puedan pensar en una evolución, por lo que instalar servicios de valor agregado va a permitir que sigan existiendo”, comentó.

De acuerdo con The CIU, al cierre de 2015 se contabilizaron 78.6 millones de usuarios con dispositivos inteligentes para acceder a WiFi, a quienes denominó WiFieros y pueden ser agrupados en razón de sus características de uso.

De estos, el 29.4 por ciento, alrededor de 23.1 millones, no cuenta con acceso en absoluto con servicios de banda ancha móvil, por lo que desarrollan por completo su tráfico en internet por medio de WiFi.

En segundo lugar están los WiFieros Mixtos, que representan el 28.5 por ciento del total, es decir 22.4 millones, que se caracterizan por drenar los hotspots públicos para tener acceso a la red.

Finalmente, están aquellos WiFieros con Total Conectividad, quienes basan su acceso a internet principalmente en datos móviles y alcanzan 33.1 millones, el 42.1 del total.

Una fuente de Telmex comentó que las casetas telefónicas de la compañía siguen operando e incluso, que las tarjetas LADATEL para realizar llamadas se venden en algunos puntos.

Sin embargo, sí evalúan transformar esos puntos para convertirlos en accesos de conectividad, aunque es un proyecto a largo plazo.

CASOS DE ÉXITO GLOBAL

Efrén Páez, analista de Mediatelecom, Policy & Law, coincidió en que el impacto de la telefonía móvil en la pública debería dar pie a la transformación del negocio.

“Debe hacerse una revisión de la oferta de servicios, ante el tipo de usuario actual y evaluar si pueden evolucionar”, agregó.

Como ejemplo, refirió el caso de Reino Unido, en donde las casetas de telefonía pública se convirtieron en puntos de acceso de WiFi, “un servicio que ya se considera básico para la población”, dijo.

En 2010, en París, France Telecom instaló unas cabinas integradas con teléfono auricular conectado a una pantalla táctil de 17 pulgadas que permitía navegar por internet y que así traslada la tecnología en línea a la vía pública.

Buscar un restaurante, consultar los horarios de museos, obtener los horarios del autobús o revisar el correo electrónico son algunos de los servicios que estas pantallas táctiles con acceso a internet ofrecen en los puntos turísticos de esa ciudad.

vía El Financiero

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