Internet de las cosas; una opción ante la debilidad económica

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Por Gabriela Chavez

Ante un panorama económico poco alentador, se espera que las empresas mexicanas viren su gasto hacia soluciones de internet de las cosas en 2017.

Dado que se espera un panorama económico poco halagüeño en 2017, analistas prevén que diversos sectores empresariales en el país migren su gasto o adopción de nuevas tecnologías de hardware, como centros de datos y nuevos equipos, a software y soluciones de internet de las cosas (iot), que les permitan operar con menores costos.

“En temas de iot, vemos cifras importantes y áreas de crecimiento mayores. Creemos que va a haber mayor inversión en este tipo de tecnologías para efectos de disminuir costos en otros rubros. Ninguna empresa va a estar negada a invertir en esto y arriesgarse a tener una pérdida o un extravío de un embarque de mercancías, esta tecnología la van a considerar más y aunque seguramente habrá un ajuste general (de inversiones) todavía no lo sabemos y no lo tenemos reflejado”, dijo Edgar Fierro, director general de la consultora IDC.

De acuerdo con el índice de adopción de tecnologías 2016 QuiSi, presentado por Qualcomm e IDC, en México, una de las tendencias más grandes de adopción tecnológica es el internet de las cosas; sin embargo, actualmente representa sólo el 0.41% de la inversión total de TI en el país, con inversiones valuadas a 2015 en 3,330 millones de dólares.

Aunque la perspectiva es que este tipo de inversiones crezcan en los próximos años, el promedio de inversión en iot en la región es de 1.57% de las inversiones en TI, mientras que en naciones desarrolladas como Estados Unidos, el porcentaje alcanza 28.5% y en China 26.5%, según el reporte.

Según el índice QuiSi, el rubro en el que históricamente más se gasta en tecnología en México, es hardware con 64% de la inversión; seguido de servicios, con 21% y software, con 15%.

Si bien se espera que el internet de las cosas gane cada vez más relevancia en las inversiones de tecnología en el país, Salvador Blasco, director general de Qualcomm México, advierte que el reto para que dichas adopciones tecnológicas funcionen está en la integración de estas soluciones en el ecosistema, ya sea industrial o de consumo.

“Más que la seguridad o accesibilidad, el reto del iot es la integración de la misma tecnología a los procesos de negocio o un nuevo caso de uso. La otra es que las empresas y los individuos tomen estas oportunidades y las usen como fundamentos para innovar y crear productos y servicios nuevos”, dijo Blasco.

Fierro detalló que las industrias que se moverán primero hacia estos esquemas interconectados son las firmas de manufactura y aquellas que requieren controlar flotillas, seguido del sector financiero como la banca y las aseguradoras, además de nuevas startups con modelos de negocios cada vez más flexibles.

En términos generales del estudio QuiSi 2016, cuyo objetivo es analizar la adopción tecnológica de los países en frentes como sociedad, empresas y gobierno, México sumó 16.51 puntos de 100, un ligero avance desde el registro de 15.49 puntos en 2015. El puntaje de 2016 deja a México como segundo de la región, detrás de Argentina que sumó 17.23 puntos, mientras los países con los mayores puntajes fueron Singapur, con 34.72 puntos; Suiza, con 28.21 puntos y Estados Unidos, con 27.71 puntos.

En tanto se dan estos avances, la consultora PWC, advirtió que a la par de las oportunidades de nuevos ingresos que puede traer el internet de las cosas, las empresas deben mirar con mayor cuidado sus estrategias de ciberseguridad y cómo protegen sus sistemas y sus redes que cada vez tendrán más dispositivos conectados por medio de internet.

Juan Carlos Carrillo, director de la práctica de ciberseguridad en PWC, advirtió que aunque en el país aún no existen registros públicos u oficiales de grandes ciberataques a través del internet de las cosas, la adopción de estas tecnologías requiere mayor regulación, mayor inversión y protocolos de respuesta, tanto de la iniciativa pública como privada.

En promedio, una empresa mexicana tarda seis meses en detectar si sufrió un ciberataque y el costo promedio de uno, es de 1.5 millones de dólares, según el reporte del estado de la ciberseguridad 2016 en México de PWC.

Vía Expansión

 

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