Las licencias Creative Commons deberían ser más usadas por todos los que estamos conectados a internet y manejamos archivos, ya sean imágenes, videos o escritos, tanto para los que quieren usar contenido de otros, como para los que quieren protegerlo.
Es una cuestión de derechos, pero también hay que pensarlo como una cuestión de respeto y de colaboración.
Creative Commons dio inicio en 2001 con el objetivo de promover el acceso e intercambio de cultura; es una organización que utiliza instrumentos jurídicos de carácter gratuito para proteger el contenido de los creadores. No son un reemplazo de los derechos de autor como tal, sino que funcionan como un complemento para elegir las condiciones de compartir una obra.
¿Cómo usarlas?
De acuerdo con la página oficial de Creative Commons (CC), al momento de querer proteger una obra personal y original se deben responder dos cuestiones:
¿quiero permitir uso comercial o no?
¿quiero permitir obras derivadas o no?
Un punto a favor de esta organización es que explican de manera clara cómo funcionan estas licencias, qué puedes y qué no puedes hacer con ellas y sus condiciones, a través de una versión “legible”, o sea, una versión para todos los que no estudiamos derecho.
Si cada vez estamos más acostumbrados a subir contenido propio, por ejemplo, videos y queremos musicalizarlos, en la web hay infinidad de música que utiliza licencia CC y con solo dar el crédito correcto podemos utilizarla. Pero hay que tener en cuenta hasta dónde se permite utilizar esa obra:
Tipos de licencia
Las principales son:
Attribution / Atribución (BY), requiere referencia al autor original.
Share Alike / Compartir Igual (SA), permite obras derivadas bajo la misma licencia o similar.
Non-Commercial / No Comercial (NC), la obra no puede ser utilizada con fines comerciales.
No Derivative Works / No Derivadas (ND), no permite modificar la obra de ninguna manera.
Como puedes ver, hay permisos donde puedes utilizar y modificar el contenido sin dar crédito, otros donde puedes hacer modificaciones con la debida referencia al autor y otros donde no puedes utilizar la obra con fines comerciales.
Toda esta información está en la página oficial de Creative Commons, y si algún día quieres ganar dinero con un contenido sin miedo a que lo baje Youtube o simplemente quieres dar el crédito correcto, puedes buscar estas licencias, en lugar de ir a Google y poner “Música sin copyright”.