Por Lourdes Mendoza
La visita de Donald Trump vaya que generó polémica y reacciones inusitadas, y con toda la razón, pues el candidato republicano a la Presidencia de EUA no sólo nos ha denostado, sino hasta quiere que paguemos su muro. Tan sorprendentes como su visita han sido las crónicas de lo que ha desatado en diversos sectores y en el mismísimo Gobierno, como que a quien se le ocurrió fue a Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, abriendo un nuevo frente dentro de sus múltiples enemigos. El enojo de Claudia Ruiz Massieu era evidente. ¿Cuál tendrá que ser su siguiente movida para recuperarse? Pero la más inverosímil es aquella que dice que el Secretario de Gobernación ofreció incluso ser el “chivo expiatorio”, tipo “Niño Héroe región 4”, para desairar de último momento al visitante y renunciar. ¿Por qué entonces Miguel Angel Osmio Chong no renunció cuando se le escapó el Chapo? Luego dejó que a EPN se le cargaran los muertos de Ayotzinapa y los muertos de Nochixtián. Ni qué decir de solucionar los bloqueos de la CNTE que han representa do pérdidas millonarias a los empresarios del País. Es más, Standard & Poor’s bajó la perspectiva de calificación de crédito de México a “negativa” debido a expectativas de un aumento de la deuda gubernamental (Videgaray) y a la ingobernabilidad (Osorio). Ah, además está poniendo en riesgo el éxito de las Zonas Económicas Especiales, pues gracias a los bloqueos de la CNTE en las carreteras, ya hasta los puertos han sido seriamente impactados como el de Lázaro Cárdenas, reportando la CEEG una pérdida de 4 mil 200 millones de pesos y Canacero pérdidas por 700 millones de pesos por las afectaciones en las vías férreas. Por su parte, la Concanaco reporta pérdidas en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y CDMX por 7 mil 500 millones de pesos, ojo, en las micro, pequeñas, y medianas empresas de dichos estados, con información del Inegi, Bancomext e Inadem. La lista puede seguir pues sólo en Chiapas y Oaxaca el Consejo Mexicano de Negocios y la ANTAD reportan pérdidas en conjunto por 2 mil 700 millones de pesos. De la inseguridad ya ni hablar o de los oídos sordos que hace ante el llamado de la CIRT y de los radiodifusores a quienes les toman a diario sus empresas y ni un policía les manda. Así pues, ¿por qué renunciar por algo que no provocaste y que no te toca y no renunciar por todas estas acciones o inacciones que le han costado y le están costando tanto al Presidente Peña y al País? Videgaray también tiene lo suyo pero como diría la nana Goya, esa es otra historia.
El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados publicó la más reciente encuesta sobre el sistema de salud mexicano. Es de destacar que casi 40 por ciento de los encuestados afirma que las estrategias que está tomando el Gobierno para prevenir y atacar la obesidad son malas o muy malas. Este calificativo no sorprende, ya que de los más de 50 mil millones de pesos recaudados por el IEPS a bebidas saborizadas a 2 años y medio de su implementación, el Gobierno sólo ha destinado menos del 2 por ciento a programas de prevención del sobrepeso y la obesidad. Por si esto fuera poco, la encuesta realizada recientemente por Buendía & Laredo encontró que 90 por ciento considera que el impuesto a refrescos está afectando a los mexicanos y no está solucionando el problema de obesidad y diabetes, es decir el IEPS es regresivo e ineficaz.
¿Sabía usted qué? La AMIA reporta una afectación directa en ventas y entrega de autos nuevos gracias a la CNTE, resultando un déficit de ventas entre 20 y 40 por ciento en julio en Oaxaca, Chiapas, Mérida, Cancún y Chihuahua.
vía Especialistas