El IFT inicia este mes una investigación para determinar si Televisa, Telmex y Telcel cumplieron o no con las medidas de preponderancia impuestas en mazo del 2014. En su revisión de lo que han sido los últimos 2 años en el mercado telecom y de radiodifusión, el IFT encontrará que bajaron los precios y mejoró la calidad de los servicios. Pero para una mejor competencia falta que terceros ofrezcan triple play por la red de Telmex y que Cadenatres entre a la TV abierta a competir contra Televisa.
Por Nicolás Lucas
El Instituto Federal de Telecomunicaciones arranca este mes con una serie de análisis a las regulaciones especiales que hace dos años, el 7 de marzo del 2014, impuso a Grupo Televisa y a América Móvil para equilibrar la competencia y la concurrencia de actores en los mercados de telecomunicaciones y de radiodifusión, y con el fin principal de beneficiar con mejores precios y calidad de servicios al usuario.
Las obligaciones establecidas por el IFT corresponden a la naturaleza de los negocios de Televisa y de Telmex-Telcel, éstas últimas como subsidiarias de AMX en las telecomunicaciones fijas y móviles.
A Grupo Televisa, como empresa preponderante en el mercado de la radiodifusión, el IFT le impuso nueve obligaciones que van de la compartición de su infraestructura a los terceros que pretendan solicitarla, entre ellos los concesionarios de las nuevas cadenas de TV digital; también la sujetó a no adquirir en exclusiva los derechos de transmisión de los Mundiales de la FIFA, de los Juegos Olímpicos o de la liguilla del futbol mexicano, entre otros eventos. Y además, obligó al grupo a no discriminar a los anunciantes; a informar sobre sus tarifas comerciales o paquetes de descuentos, y a no participar en “clubes de compras” de contenidos audiovisuales.
Y Televisa también quedó obligada a permitir que los operadores de TV restringida puedan retransmitir las señales de sus canales nacionales de televisión abierta, mientras que sus propias empresas de TV de paga deben retransmitir las señales en abierto de terceros concesionarios, esta imposición quedó amparada en las políticas del must carry y del must offer.
Televisa, si fuera el caso, tampoco puede participar directa o indirectamente y con ningún instrumento en la operación del día a día del agente económico preponderante en telecomunicaciones: América Móvil (AMX).
Para América Móvil, el IFT impuso un decálogo de obligaciones un tanto más técnicas que se resumen en las tarifas de interconexión asimétrica o de enlaces dedicados, así como la compartición de torres, ductos, derechos de vía y otros elementos de infraestructura con tarifas que deben ser negociadas entre AMX y los terceros que pretendan utilizar esos equipos, pero que el IFT puede regular si las partes no logran acuerdos al respecto.
AMX también debió cumplir con la desagregación de su red del bucle local, que en la práctica permitirá que terceras empresas puedan ofrecer servicios de voz, datos, video o cualquiera que sea técnicamente factible llevar al usuario por la red de Telmex y que en la industria se identifica como la modalidad de la última milla.
América Móvil también quedó obligada a eliminar el roaming nacional a los usuarios de Telcel, así como a permitir que los operadores móviles virtuales o MVNOs pudieran montarse sobre la red de Telcel, de esta manera es como Axtel ha hecho un guiño al cuádruple play con la oferta de un revendedor de servicios móviles que corra por la red de Telcel.
El IFT estableció que AMX, como Televisa, no puede adquirir en exclusiva los derechos de eventos relevantes con audiencia nacional y/o regional, por ejemplo, la final de la liguilla del futbol mexicano o del Mundial de la FIFA.
La veintena de medidas para Televisa y Telmex-Telcel derivan luego de que América Móvil tenía en marzo del 2014 una participación de mercado del 70% en los servicios de telefonía móvil y del 80% en las líneas fijas, mientras que Grupo Televisa rebasaba una participación del 60% en el mercado de la televisión abierta en el mismo periodo, cifras, en ambos casos, que limitaban la sana competencia.
En su momento, las dos corporaciones se ampararon contra algunas de las imposiciones del IFT y los adversarios comerciales de ambos grupos se han manifestado abiertamente porque se mantengan o se incrementen esas obligaciones, por considerar que éstas poco han beneficiado al usuario y en cambio, sí han permitido que Televisa y AMX hayan podido incrementar su base de ingresos, de negocios o de consumidores.
Así es como Movistar y AT&T se han reafirmado porque se mantengan las regulaciones puntuales sobre AMX, mientras que Dish y algunas ONG se han pronunciado porque se robustezcan las obligaciones a Televisa.
En dinero, las empresas han recibido impactos en los rubros de negocio sobre los que directamente caen las obligaciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Teléfonos de México, por ejemplo, captó en el segundo trimestre del 2014, cuando iniciaron las regulaciones, entradas por 26,382 millones de pesos, un 1.3% más que un año antes y las alzas se mantuvieron durante todo el 2014. Pero en 2015, en el primer trimestre, Telmex reportó una baja en sus ingresos de menos 4.6%, de menos 6.3% en el siguiente trimestre; otro de menos 4.6% y cerró el último cuarto del 2015 con una caída del 8.8%, al reportar ingresos por 24,849 millones de pesos.
AMX ha insistido que esta baja obedece, entre otros factores, a una tarifa que ofrece a su competencia con costo de cero pesos y que califica de subsidio para sus competidores, pero que éstos rechazan bajo sus propios argumentos.
El escenario para Telcel resultó similar en todo el 2014 y parte del 2015. En el segundo trimestre del 2014, Telcel reportó una caída en sus entradas del 0.6%, en el siguiente trimestre el retroceso se agudizó al 2.5 por ciento. Telcel vería un repunte del 3.5% en sus ingresos hasta el tercer trimestre del 2015 y recientemente del 5.1% entre octubre y diciembre del año que terminó. Telcel reportó 49,366 millones de pesos en el último cuarto del 2015, casi 2,392 millones de pesos más que un año antes.
En marzo del 2014, Telcel tenía 71.3 millones de clientes y aunque descendió su cuota de usuarios hasta los 70 millones en los siguientes trimestres, cerró el 2015 con una base de 73.7 millones de usuarios.
Las regulaciones del IFT a Grupo Televisa alcanzan más a su negocio de contenidos que a cualquier otro de los rubros donde participa la empresa. En el segundo trimestre del 2014, Televisa anunció un alza del 4.4% en sus entradas en este segmento; luego los ingresos disminuyeron 3.4% en el trimestre siguiente y subieron 6.7% en el que siguió.
El resultado anual de ingresos de Televisa fue de 34,868.1 millones de pesos para su negocio de contenidos en 2014 y de 34,332.6 millones de pesos en 2015. En dos años de preponderancia, Televisa ha visto caer dos veces los ingresos de su división de contenidos.
A la vuelta de dos años, las regulaciones han dado resultado positivos, coincidieron expertos consultados, pues aunque éstas pegaron a los números contables de los llamados agentes económicos preponderantes, también es cierto que AMX y Televisa han encontrado nuevas oportunidades de negocio y maniobrado para seguir siendo competitivos en sus mercados.
De hecho, como ejemplo, las obligaciones del IFT permitieron que AMX regresara como anunciante con Telcel y Telmex a las pantallas del Canal 2, bajo el argumento de que Televisa no debe discriminar a sus potenciales clientes, y porque uno necesitaba de ingresos publicitarios y porque el otro necesitaba del que es el primer espacio para anunciarse en México.
También como ejemplo, en su intento de cumplir con los mandatos del IFT, América Móvil hizo una spin-off con su infraestructura de torres al crear Telesites, que no le quitó el señalamiento de empresa preponderante, pero con la que sí puede eficientar las operación de esos equipos rentándola a AT&T y llevarla, si así es su interés, a nuevos mercados de Latinoamérica para lograr negocios más provechosos y ante una Telefónica que ya comienza a hacer lo propio con Telxius, primeramente en Europa.
Televisa, por su parte, ha ganado tiempo y aprovechado el señalamiento de preponderante que pesa sobre AMX, pues conforme la ley, mientras exista un agente con esta designación en el sector de las telecomunicaciones mexicanas, cualquier empresa puede salir de compras y consolidarse en nuevos mercados. Así es como la televisora ha crecido su presencia en el negocio de las telecomunicaciones fijas al comprar a una serie de cableras regionales con las que ha ido creando una nueva marca: Izzi Telecom.
Las medidas de preponderancia han resultado positivas para el consumidor. Éste ha visto un mercado más dinámico con mejores planes comerciales o calidad de servicio en telecomunicaciones y ofertas de televisión, particularmente de paga, insistieron los entrevistados, pero también “se pudo y se puede hacer más”, dijeron, al tiempo que recordaron que los beneficios no se logran de la noche a la mañana y que desde la imposición de las obligaciones, “hubo una suerte de teléfono descompuesto” con la que industriales y usuarios creyeron que las promesas se cumplirían en el muy corto plazo.
“Sin duda, las medidas impuestas han sido positivas en ambos mercados”, dice Víctor Pavón Villamayor, presidente de la consultora Oxford Competition Economics. “En el sector de telecomunicaciones, las medidas de preponderancia han generado una importante reconfiguración del mercado con importantes procesos de adquisición, como Nextel y Iusacell que fueron adquiridas por AT&T y la fusión de Alestra con Axtel. Las medidas impuestas están generando un importante proceso de consolidación en el sector de telecomunicaciones que puede ser procompetitivo”.
“En el mercado de la radiodifusión, las medidas como el must carry y must offerhan permitido el acceso a contenidos que mejoran las condiciones competitivas de agentes económicos que dependían crucialmente de estos insumos básicos”, comenta Víctor Pavón Villamayor.
“Me parece que en el contexto mexicano hubo una suerte de efecto de ‘teléfono descompuesto’, pues ninguna de las medidas prometía cambios en un plazo tan corto. Por ejemplo, una de las medidas más importantes, la apertura de la última milla de Telmex, comenzará a funcionar en 2016 en términos prácticos”, explica Jesús Romo, director de la firma de análisis Telconomia.
“Quizás entre las medidas que hubieran podido tener más impacto, hubiera sido la desaparición de la distinción entre llamadas on y off net para atacar directamente el ‘efecto club’, pero el Congreso decidió imponer un esquema de cobro de terminación asimétrica por el que Telcel y Telmex no pueden cobrar a los competidores por llamadas que se originan en estas redes de terceros y terminan en la del agente económico preponderante. Esto de alguna manera da incentivos a los clientes de Telcel-Telmex, pues todas las llamadas que reciban pertenecen en términos prácticos al mismo club”, dice Jesús Romo de la Cruz.
A dos años de preponderancia, las regulaciones que pesan sobre las marcas de América Móvil son las que han surtido más rápidamente efecto sobre el mercado, a favor de la competencia y del consumidor dado que Televisa aún no resiente del todo los impactos que le implicaría tener enfrente a un nuevo competidor en la televisión abierta, coincidieron los expertos.
“La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) estableció medidas para ambos agentes preponderantes, pero la diferencia sustantiva entre ambas es que las medidas impuestas a AMX se pudieron implementar en su totalidad y en la secuencia que marcaba la Ley dado que ya existían competidores que pudieran beneficiarse de tales medidas, como la tarifa cero terminación y el proceso de compartición de infraestructura que ya ha iniciado”, argumenta Ramiro Tovar Landa, especialista en telecomunicaciones del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
En tanto, “para Televisa su competidor apenas está por entrar al mercado, por lo que sus medidas no han podido ser iniciadas más allá del must carry y must offer. Por lo anterior, existe una diferencia entre las medidas de preponderancia de ambos agente económicos”, considera el experto del ITAM.
Al respecto de generar mayor y más rápidamente competencia en la radiodifusión mexicana, Jesús Romo, jefe en Telconomia, dice que “un complemento a la adjudicación de espectro para nuevas cadenas de TV pudo haber sido obligar a Televisa a generar ofertas de referencia para que terceros pudieran usar capacidad de sus canales multiprogramados sin tener que ir por una cadena completa”.
Y en dos años de preponderancia el fantasma de que las obligaciones puedan ser “inequitativas” comienza a planear sobre el IFT, luego que el regulador determinara en octubre del 2015 que Grupo Televisa no es un agente con sobrado poder de mercado en el negocio de la televisión de paga, aún con que ha comprado varias cableras regionales y a la vez expandido su base de clientes y de márgenes de ingresos en ese segmento, dijeron los especialistas.
Queda al IFT, añadieron los expertos, explicar más a fondo cómo queda la competencia en el mercado de la televisión restringida, más allá de su argumento de que la concentración de Televisa con otras empresas del rubro cablero no frena el avance de otros actores.
“Las medidas que se han impuesto han sido y están siendo cumplidas por los preponderantes y los demás concesionarios han hecho uso del derecho de solicitarles aquello que les ha convenido para sus operaciones”, destaca como elemento positivo Sandra Rodríguez, directora de la firma de abogados Jurídica en Telecomunicaciones.
Pero también, “veo que (los preponderantes) llegan en condiciones inequitativas, con desequilibrio entre las regulaciones en virtud de la declaración de octubre de 2015, en la que el IFT, pese a que Grupo Televisa controla más de 60% del mercado, no tiene poder sustancial en la TV paga en México. Respecto a Televisa, es notable que sigue adjudicando empresas como es el reciente caso de la autorización de controlar el 100% de Cablevisión Monterrey, anunciada en febrero”, añade la directora de Jentel.
El cumplimiento de todas las regulaciones asimétricas por parte de América Móvil abrirá la puerta para que Telmex pueda entrar al lucrativo negocio de la televisión de paga, donde AT&T, Movistar, Televisa, Dish, Axtel, Megacable, Axtel o Maxcom ya participan o tienen la posibilidad de competir.
Pero en el camino el IFT también analizará si Telmex se aprovechó de la gratuidad del must carry y must offer en su alianza comercial con Dish, y aparte, los efectos de la apertura de la última milla apenas se verán este año, dijeron los expertos al reconocer el trabajo del regulador en estos dos años de preponderancia.
“No se debe dar por hecho que en el 2016 se permitirá a Telmex modificar su título de concesión, pues aunque la ley habla de cumplimiento de medidas, apenas en este año se verá el impacto, por ejemplo, de la apertura de la última milla. Eso es un factor muy importante que la evaluación podría contener”, enfatiza Jesús Romo, de Telconomia.
“Algo es cierto e indiscutible, el IFT ha cumplido con la implementación de todas y cada una de las medidas de la reforma en telecom y radiodifusión, aunque los efectos en el mercado no sean los que algunos deseaban ver en forma inmediata. Seguir impidiendo la entrada de una plataforma telefónica a la televisión de paga cada vez se trasforma más en un argumento fósil que carece de justificación alguna”, agrega Ramiro Tovar Landa, del ITAM.
Gustavo Fontanals, experto en telecomunicaciones y TI de la Universidad de Buenos Aires, insiste también en que la tarea más importante para el IFT además de la evaluación de las regulaciones dirigidas a mejorar los precios y calidad de servicios al usuario, será determinar qué tanta posibilidad tiene Telmex de entrar a la TV de paga para generar mayor competencia y que tanto utilizará el argumento de que el tamaño de mercado no supone un freno a los competidores, como lo usó para definir que Televisa no es agente con poder sustancial en la TV restringida.
“Así, Televisa quedó suelta de manos para estrategias más agresivas en la captación de clientes, e incluso para continuar con la compra de nuevos operadores”, dice Gustavo Fontanals, de la UBA, y añade:
“Pero que puede tener efectos ampliados sobre el sector hacia adelante: no considerar el tamaño de mercado podría replicarse en una resolución similar para América Móvil, sosteniendo que más allá de su participación presente en abonados y su control sobre infraestructura, los mercados de telecomunicaciones ya cuentan con una dinámica competitiva, evidenciada en una reducción de su dominio global a manos de otros operadores o en la baja de tarifas, induciendo que entonces no está en condiciones de fijar unilateralmente tarifas, ni de restringir la prestación de servicios. Algo en lo que América Móvil ya viene insistiendo”.
Vía El Economista