Retrasos en la Red Compartida restan oportunidades al 2.5 GHz

Instituto Federal de Telecomunicaciones Noticias

Por Nicolás Lucas

IFT no ha definido los tiempos ni mecanismos para subastar 130 MHz en el 2.5. Cada día que el gobierno tarda en definir el proyecto de la Red Compartida, se pierde un día para definir el futuro de la banda de 2.5 GHz, que podría mejorar la capacidad de las redes en las zonas urbanas y donde la demanda de servicios no deja de crecer.

Los retrasos que enfrenta la red compartida en su calendario de licitación también complica el futuro de las subastas de frecuencias en la banda de 2.5 GHz, porque de generarse una adjudicación de señales en ese espectro antes que en la banda de 700 MHz, por donde correrá la red compartida, este proyecto perderá atractivo ante los inversionistas y los operadores.

Las bandas de 700 MHz y de 2.5 GHz son porciones de espectro que se complementan para empujar la cobertura y la capacidad de servicios móviles en zonas urbanas y rurales. Y ahora mismo, el regulador en México analiza la posibilidad de que una porción de los 130 MHz que el Estado recuperó en la banda de 2.5 GHz comience su licitación a finales del 2016 y el resto lo adjudique a lo largo del 2017, aunque el IFT no ha definido todavía ni tiempos ni mecanismos de subastas precisos para esas frecuencias.

El proyecto de la red compartida, por su parte, lleva 19 meses de retraso desde que se perfiló el inicio de su licitación como proyecto y construcción del mismo. El gobierno mexicano aplazó recientemente la licitación de la red por 50 días más, con la promesa de que esta será la última ocasión en que se posponga el proyecto.

Asimismo, la banda de 2.5 GHz no se ha encontrado inmediatamente en el radar del gobierno para licitarla por diversos factores entre económicos, legales y de tiempos. El más importante es aquél que por mandado constitucional se debe crear primero la red compartida; pero por atraso de ésta, se pierden oportunidades con el 2.5 GHz que los operadores ya pudieran estar aprovechando, coincidieron especialistas.

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“Tanto la banda de 2.5 GHz como la de 700 MHz tienen diferentes propiedades técnicas. No son frecuencias sustitutas entre sí; la de 700 tiene ventajas de cobertura geográfica y la de 2.5 tiene ventajas de capacidad y de uso en zonas urbanas…”, explica Ramiro Tovar, experto en políticas de competencia y telecomunicaciones del ITAM. “En lo que sí hay sustitución, es que para los inversionistas es preferible ir por un proyecto de la 2.5 GHz, porque serían proyectos de mercado y sin restricciones o limitaciones, a ir por el proyecto de la de 700 MHz con tantas condiciones y que no es un proyecto de mercado, sino uno donde todo está restringido en sus usos”.

La banda de 2.5 GHz históricamente ha enfrentado retos de todo tipo; desde un aprovechamiento mínimo, según los argumentos del gobierno para rescatarla de sus anteriores tenedores, a que en algún momento uno sus concesionarios pensó en construir una red similar al proyecto de la red compartida pero por esas frecuencias.

Por este espectro los operadores podrían mejorar sus redes en zonas urbanas en cuanto a capacidad de transmisión y recibo de datos, es por eso que dos de los tres grandes operadores ya manifestaron abiertamente su interés por este espectro.

Con el nuevo aplazamiento de la red compartida, el tercero que anuncia la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el gobierno debe plantearse la mejor manera en echar para adelante este proyecto sin afectar el futuro del 2.5 GHz y los planes de los operadores para atender el mercado, plantea Jorge Bravo, director editorial de Mediatelecom Policy & Law.

“Bajo el esquema de la red compartida, la banda de 700 MHz es la que ya deja de ser atractiva para los operadores móviles privados, debido a que no pueden concursar por ella y obtener beneficios de su explotación, aprovechando la infraestructura existente y las economías de escala que les generaría”, dice Jorge Bravo, de Mediatelecom.

“Por el contrario, los interesados en la red compartida, y posiblemente el gobierno, están interesados en hacer más atractiva la red, porque no lo es suficiente, añadiendo no sólo la fibra óptica sino la banda de 2.5 GHz como un estímulo. De ocurrir, sería un desequilibrio, sería inequitativo y afectaría a los operadores establecidos ante un proyecto incierto cuyo modelo de negocio sigue sin ser claro”.

Para Alejandro Mayagoitia, presidente de la Asociación Nacional de Servicios Inalámbricos de Telecomunicaciones, el plan de la red compartida aún muestra matices de ser un proyecto basado en un mandato constitucional que poco obedece a los intereses del mercado; que es noble en cuanto a que pretende atender zonas rurales, pero que a como está plasmado en la letra es difícil que su viabilidad se concrete, de ahí sus retrasos en licitación y construcción y posibles afectaciones al aprovechamiento de la banda de 2.5 GHz.

“El proyecto (de la red compartida) en parte es bueno y es noble en espíritu. Pero sus condiciones han sido muy desfavorables. No se entiende cómo la administración federal cedió en algo que no estaba bien pensado, pero que si se repiensa se puede sacar adelante”, dice Alejandro Mayagoitia, de la Ansitel. “Ahorita, todo está como ‘amarrado’. El tema aquí es que no hay mucha certeza. La de 700 MHz tiene cobertura y capacidad, sí; pero los actuales operadores no pueden confiar en algo que lleva retrasos y que no se sabe en manos de quién quedará: no se van a arriesgar a llevar a poner sus clientes a esa red sin saber más. Si ahorita se ofrece el 2.5 GHz, ciertamente la de 700 MHz (dentro de la red compartida) perderá importancia”.

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vía El Economista

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