Por Rodrigo Pérez-Alonso
Los Juegos Olímpicos no generan por sí mismos grandes ingresos y en México menos; esa situación no es privativa de este país.
En un episodio más de la pelea por los mercados de telecomunicaciones y radiodifusión en México, América Móvil compró en 2013 los derechos de la transmisión en diversas plataformas tecnológicas de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 y Río de Janeiro 2016. Tradicionalmente un evento cubierto por las grandes cadenas de televisión abierta como Televisa y TV Azteca, ante la falta de opciones para tener una plataforma de televisión abierta, AMóvil optó por pelear en la parte de contenidos.
Al adquirir los derechos de transmisión para toda América Latina, con excepción de Brasil, pagó entre 120 y 200 millones de dólares, cantidad significativa dadas las 300 millones de líneas con las que cuenta en América Latina. El gran diferenciador fue que los contenidos de los Juegos Olímpicos los ofrecería en una nueva plataforma de Claro Sports en internet y, por su parte, vendería para la misma región a Fox Sports y ESPN derechos de transmisión en plataformas de televisión de paga.
¿Fue esta estrategia la correcta? La respuesta no es tan binaria como parece. Por una parte, AMóvil ha querido incursionar en la televisión abierta por varios años en México sin lograr la autorización del gobierno en turno. Ante ello, ha tenido que competir (posiblemente violando su título de concesión) mediante su plataforma de ClaroTV y la oferta de contenidos, aunque es su propia víctima por la baja penetración de banda ancha (en gran medida propiciada por su preponderancia por años). Por otra parte, en el afán de la lucha que mantiene con las principales televisoras en México, ganar los contenidos de los Juegos Olímpicos fue una estrategia de imagen y posicionamiento, más que de generación de ingresos. Los Juegos Olímpicos no generan por sí mismos grandes ingresos y en México menos. Sin embargo, no es un tema exclusivamente local de México, sino que en otros mercados ClaroTV se ofrece como paquete de triple y cuádruple play en servicios de telecomunicaciones y ofrecer estos contenidos puede ser redituable.
Si bien pareciera que incursionar en los Juegos Olímpicos no es redituable económicamente por los costos de adquisición y de operación, al final fue un tema de relaciones públicas y posicionamiento comercial. Para ejemplo, NBC en EU en ocasiones no ha podido generar utilidades ante los enormes costos de adquisición y operación. En Londres 2012, NBC salió casi “tablas”.
Y EN INFRAESTRUCTURA…
Vinieron cambios en una de las subsecretarías clave para la SCT. Raúl Murrieta dejó la Subsecretaría de Infraestructura. Desde el inicio no era el gallo del secretario Ruiz Esparza sino que su nombramiento se hizo con el padrinazgo de un alto mando en Presidencia, saltándose así al doctor Videgaray, quien lo quería posicionar en la SHCP en un puesto administrativo. Enfrentó cuestionamientos de importantes miembros de la industria por la lentitud o falta de toma de decisiones durante el tiempo en que estuvo al frente de la subsecretaría, lo que seguramente abonó a su salida.
vía Dinero en Imagen