Por Gabriela Chávez
El bloquear aplicaciones o el acceso a servicios en la red puede generar pérdidas económicas de hasta 1.9% del PIB diario en países con altos niveles de conectividad.
Más allá de ser un acto de censura, cuando un gobierno bloquea el acceso a servicios de internet o incluso prohíbe la operación de alguna aplicación móvil en específico, los gobiernos se ven impactados por una pérdida de al menos 1.9% del Producto Interno Bruto (PIB) diario, de acuerdo con un estudio realizado por la Iniciativa de Red Global (GNI) y la consultora Deloitte.
El reporte denominado, El Impacto Económico de las Disrupciones a la Conectividad de Internet, detalla que este tipo de acciones que recientemente se vieron en naciones como Etiopía o en Brasil cuando en mayo de 2016, el gobierno de la entonces mandataria Dilma Rouseff bloqueó el acceso a WhatsApp, suponen daños económicos relevantes sin importar el nivel de conectividad de la región.
“Bloquear el acceso a internet pone bajo presión la actividad económica y afecta la libertad de expresión”, dijo la directora ejecutiva de GNI, Judith Lichtenberg
Según el reporte, el nivel de afectación económica tiene que ver directamente con el nivel de conectividad. Para países con las conexiones más avanzadas el impacto podría ser de al menos 1.9% de su PIB diario, mientras que para los países con conectividad media, el recorte se estima en 1% y para los de bajo acceso en 0.4%.
Para las naciones con mayor nivel de conexiones la pérdida estimada en dólares se estima en 23.6 millones de dólares diarios por cada 10 millones de habitantes.
Las recomendaciones emitidas por la GNI tienen el respaldo de muchas de las tecnológicas de Silicon Valley como Facebook, Google, LinkedIn, entre otras además de instituciones académicas como la Universidad de Oxford y Humans Right Watch.
Aunado a las acciones que toman los gobiernos en nombre de la seguridad nacional y que bajan el switch a la red, el pasado 21 de octubre, un ataque de denegación de servicio (DDOS) al proveedor de dominios Dyn, provocó que servicios digitales de uso masivo como Twitter y Spotify se quedarán fuera de funcionamiento por varias horas en Estados Unidos, Europa y otras partes del mundo, lo que provocó también pérdidas económicas. Según Ponemon Institute, institución enfocada en temas de ciberseguridad, las pérdidas económicas promedio causadas por un ataque de denegación de servicio son de 17,000 dólares por minuto para centros de datos con alto flujo de información.