Por Claudia Juárez Escalona
Los industriales de la radio y la televisión del país pidieron al gobierno federal una política de refrendos de concesión orientada a fomentar la competencia y a promover la seguridad jurídica que requiere la industria para su desarrollo.
Los industriales de la radio y la televisión del país pidieron al gobierno federal una política de refrendos de concesión orientada a fomentar la competencia y a promover la seguridad jurídica que requiere la industria para su desarrollo.
Edgar Pereda, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), dijo que hay cerca de 500 estaciones de AM y FM que están en espera de ser notificadas para el pago de la prórroga.
En el marco de la 58 semana nacional de la Radio y la Televisión, destacó que la industria ha estado en búsqueda de una política o fórmula para el pago de la contraprestación, elemento reconocido y aceptado desde el 2009, pero que en situaciones actuales pondría en riesgo la operación de cientos de estaciones, sobre todo de aquellas regiones donde la economía se ha visto afectada por diversos factores. “La contraprestación ha sido tema de análisis y discusión en esta cámara, por lo que pedimos que se considere el entorno del país, y se promueva y proteja un orden social y económico apropiado para nuestro desarrollo”, dijo.
El representante de los radiodifusores dijo que no piden cambiar la fórmula, sino ajustar los valores de la misma. Reconoció el apoyo de Nacional Financiera, que les está dando crédito para arreglar su situación ante el IFT en el tema de pagos por prórrogas.
Indicó que la industria incrementará la inversión en tecnología y seguirá con las políticas que la estimulan, para reducir la brecha digital que existe en México.
Acerca del triunfo de Donald Trump, Edgar Pereda reconoció las gestiones diplomáticas de acercamiento del presidente Enrique Peña Nieto con quien a partir de enero del 2017 habrá de encabezar el gobierno de Estados Unidos de América. “Este acto constituye una gestión diplomática exitosa, que coloca a México en posición de una oportunidad”, aseguró.
Quejas del sector
Por su parte, algunos empresarios acusaron que el sector de la radiodifusión enfrenta sobrerregulación, así como pagos excesivos de impuestos y contraprestaciones.
Francisco Aguirre, presidente de Grupo Radio Centro, dio como referencia que los radiodifusores tienen una carga fiscal de 57% y las contraprestaciones que pagan por las prórrogas de sus frecuencias son altas, incluso mayores que en Estados Unidos. También cuestionaron las cifras del IFT en cuanto al crecimiento de 6.5% del Producto Interno Bruto del sector de radiodifusión en el último año.
“Las ventas no han crecido. Nos están apretando demasiado y el Internet está libre de regulación; nosotros pagamos 57% de impuestos, 35% a Hacienda y 10% por pago de contraprestación”.
“Prórrogas incluso se han ampliado”
Esquema en contraprestaciones, el mismo que antes de reforma: IFT
En el tema del pago de contraprestaciones, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) utiliza el mismo esquema de cobro que el que se utilizaba antes de la reforma, incluso ahora con el beneficio de que las prórrogas son por 20 años.
Gabriel Contreras, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), dijo que el instituto no tiene facultad para intervenir en las contraprestaciones definidas por la Secretaría de Hacienda antes de la reforma en telecomunicaciones del 2013; posterior a la reforma es tarea del regulador definir los pagos.
Si embargo, destacó que antes las prórrogas eran por 10 o 12 años, pero ahora se extendió el plazo a 20.
En el marco de la 58 Semana Nacional de la Radio y la Televisión, Contreras dijo a los radiodifusores del país que 40% de las estaciones pagará más de 1 millón de pesos por el espectro que usará por 20 años y 60% no pagará más de 2 millones de pesos.
Mencionó que a la fecha, más de 300 radiodifusores han pagado la contraprestación. El titular del IFT dijo que hasta ahora son 138 prórrogas aprobadas y 611 solicitudes de prórroga “están en el tintero”.
vía El Economista