Por Carlos Mota
Recientemente hemos atestiguado varios diferendos entre las empresas Megacable y Televisa, que reflejan el tamaño de la reconfiguración del sector telecomunicaciones, y que deberían permitirnos reflexionar sobre el personaje más afectado por la decisión de la empresa cablera de dejar de transmitir los canales de la televisora: el televidente. ¿Qué culpa tiene el televidente? Ninguna.
No obstante, en un santiamén, la empresa Megacable decidió no renovar el contrato y bajar varios de los canales de Televisa Networks de su plataforma, con lo cual el televidente que había contratado un servicio quedó repentinamente con una oferta diferente de lo que originalmente pensó que obtendría.
EL FINANCIERO documentó la semana pasada (26 de octubre 2016) que Megacable —una empresa que provee servicio de televisión por cable, internet y telefonía en Guadalajara y otras ciudades del centro y occidente—, “reconoció que tras el cese de los canales de Televisa, formalizado en septiembre pasado, su división de video se desaceleró en el tercer trimestre de este año…”. A su vez, Bloomberg capturó a mediados del mes pasado la opinión del analista André Baggio, de JPMorgan Chase, afirmando que Megacable podría perder hasta 5.0 por ciento de sus ganancias por contenidos con esta decisión.
Debe recordarse que, tras la decisión de quitar los canales de Televisa Networks, ésta última retiró sus otros canales, debido, entre otras cosas, a que la empresa tapatía se negó a revelar en una auditoría el uso de sus señales. En la conferencia ante analistas bursátiles la semana pasada, se supo que la empresa cablera adicionó únicamente 22 mil 500 nuevos suscriptores en el trimestre junio a septiembre, lo que significó la sexta parte de lo que había logrado a principios de año. Sin embargo, 18 mil de los últimos añadidos fueron por adquisición de las operaciones de Maxcom en Tehuacán, Puebla y Querétaro, según reveló la propia empresa a la BMV. Esto podría implicar que, restándolos, el impacto de su diferendo con Televisa pudo impactarle de tal forma que en el trimestre anterior únicamente logró capturar cuatro mil quinientos nuevos clientes. Es un frenado en seco, a pesar de que la empresa atañe este problema a “la situación económica y la depuración de clientes conectados durante el apagón analógico”.
Las acciones de Megacable crecieron con solidez en la Bolsa entre el año 2012 y el verano de este 2016. Sin embargo, desde mayo pasado han experimentado vaivenes. De su precio máximo de 81 pesos en aquel mes, ayer cerraron en poco más de 69 pesos; una caída de casi 15 por ciento. En ése mismo período, el Índice de Precios y Cotizaciones ha ganado casi 5.0 por ciento. Es un contraste muy notorio.
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vía El Financiero