Por Jorge Álvarez Hoth
Los cambios que la tecnología y la regulación han impuesto al estatus quo de los medios y las telecomunicaciones, aunque previsibles, no dejan de ser sorprendentes.
La letra de la reforma constitucional en medios y telecomunicaciones, que da pie a las leyes secundarias publicadas en julio de 2014, no termina de permitir que sucedan cambios en el sector que se abre a la competencia a pasos agigantados, haciendo boquetes a quienes detentaban el control.
En el sector de las telecomunicaciones las reglas asimétricas impuestas al preponderante América Móvil, si bien no le han arrancado una participación de mercado significativa, si le han reducido la rentabilidad sensiblemente.
En junio de 2013 justo antes de que se publicara la reforma constitucional su acción se vendía en 20.35 dólares y tenía un “market cap” cercano a los 70 billones de dólares y hoy 41 meses después su acción se vende a 12.77 dólares y su “market cap” está en los 42 billones de dólares. Todo esto impactado por las nuevas condiciones de competencia en el mercado y también por la inestabilidad económica que se vive hoy día.
Producto de la misma reforma que independizó al órgano regulador al convertirlo en un órgano autónomo para dar nacimiento al Ifetel, se dieron las condiciones para que después de errores de jugadores locales que pensaban podrían quedarse con Iusacell, entrara el monstruo de ATT para arrebatarles la telefónica, al mismo tiempo de adquirir a Nextel México y consolidarse de facto en el segundo jugador en el mercado de banda ancha móvil con buenas oportunidades de hacer lo propio en la parte fija más adelante.
Su entrada, además de sellar para siempre la entrada al mercado móvil de jugadores que se pasaron años deshojando la margarita en error tras error, puso en un predicamento a Telefónica Móviles que apenas empezaba a disfrutar de una inversión de miles de millones de dólares en el País y que hoy con una deuda internacional de más de 50 billones de euros, no ve la suya en México con la guerra de precios que se ha desatado.
Hoy ATT vende su acción en 41.32 dólares y tiene un “market cap” de 252 billones de dólares. De que hay de tamaños a tamaños no hay duda. Mientras Telefónica Móviles vende su acción en 9.10 dólares (8.59 euros) y tiene un “market cap” de 45.88 billones de dólares (43.29 billones de euros).
En medios tardó más en darse el impacto sobre el preponderante Televisa, quien desde el establecimiento de las medidas asimétricas en 2014 producto de la reforma constitucional y ante la inminente entrada de Imagen Televisión el pasado 17 de octubre, ha venido realizando esfuerzos por atemperar su pérdida de mercado y de valor en los distintos frentes sin mucho éxito.
Apenas en agosto anunció el cambio en su barra tarde-nocturna de entretenimiento y noticieros en canal 2, su fuente principal de ingresos en el servicio de TV abierta, intentando modernizar las novelas estelares y dar credibilidad a su barra noticiosa, adelantándose a la entra de Imagen Televisión y a la reconformación de TV Azteca quien incorporó a su equipo a Josua Mintz ex productor ejecutivo de Telemundo.
El resultado a la vista de todos resultó de malo a peor, derivando en el anuncio de que tan solo 4 meses después saldrán de aire, por “razones comerciales”, todos los nuevos programas de la barra de noticias nocturna, dejando el Noticiero 10 en punto de Denise Maerker que va a la zaga en raiting atrás de Hechos y viendo acercarse peligrosamente al noticiero de Ciro Gómez Leyva de Imagen.
A esto habrá que sumarle que con el advenimiento de la banda ancha y la penetración de las redes sociales, Televisa perdió el control del monopolio de opinión del que disfrutó por décadas y que le permitió ser el lugar en que se construía el poder público, que cada día mas se construye en los medios de auto-comunicación masiva (redes sociales) en manos de una ciudadanía mejor informada y crítica. Tema del que abundaremos en otra entrega por su extensión e impacto en la vida democrática del país.
La acción de Televisa se vendía en 24 dólares en junio de 2013 y tenía un “market cap” de 12.3 billones de dólares y hoy su acción se vende en 20.7 dólares y su “market cap” está en 10.6 billones de dólares, lo que muestra un deterioro menos pronunciado que el otro preponderante, pero sostenido a la baja.
Para contrapesar ha intentado crecer su unidad consolidadora de la televisión de paga, IZZI, con algún avance pero con la desventaja de no contar con una jugada móvil que le permita la convergencia total indispensable para ser exitoso en este nuevo mundo, jugada que se perdió cuando fracasó en comprar a Iusacell y dejó pasar las frecuencias de la licitación 21 que se le pusieron a modo todavía en tiempos del sexenio pasado.
Hoy le queda ser cliente de la red compartida y tratar de montar una operación móvil en el mercado, sin experiencia operativa en este servicio y con un tamaño mucho menor al requerido para enfrentarse a ATT y a América Móvil, quienes tarde que temprano terminarán consolidando la convergencia de fijo y móvil en banda ancha con lo que será muy complicado que prevalezca Televisa en ese sector sin muchos problemas.
A esto habrá que sumarle la competencia natural al negocio de TV de paga que se les está dando por parte de los OTT como Netflix, Claro TV, Total Movie, Crackle, Vudu, etc. a los que trata de competir con el recientemente lanzado Blim, en una batalla cuesta arriba viniendo de atrás sin poder usar sus estrategias tradicionales inhibidoras de la competencia.
Así las cosas, nos tocará ver tocar fondo esta transformación maravillosa en la cual creo que ya nadie podría decir que la reforma que nació del acuerdo de las fuerzas políticas al principio de este sexenio falló, al cesar lo que es del cesar y a Dios lo que es de Dios.
¡A competir señores que hay tiburones en el estanque!
Vía Mediatelecom