Por Roberto García Requena
El bucle local no es otra cosa que la infraestructura (cableado) de telecomunicaciones de la última milla, que llega hasta el hogar o la oficina del usuario final.
Telmex, el preponderante en servicio fijos, constituyó la primera y única red que se construyó a nivel nacional. De esta manera, este operador concentra la mayoría de los accesos finales al usuario. Por ello, era imprescindible que se fijaran reglas para que otros operadores pudieran hacer uso de dicho bucle y pudiesen llegar directo al usuario final. Todo con el propósito de lograr condiciones de competencia efectiva en este mercado.
Durante 2016 estuvieron vigentes reglas que emitió el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para la desagregación del bucle. Sin embargo, en la práctica fueron letra muerta porque no se alentó la competencia, ni en realidad los operadores pudieron acceder a la última milla, como esta regulación suponía.
En este tenor, el IFT hizo una revisión de las reglas y emitió otras que entraran en vigor en enero de 2017. Hay que reconocer que esta vez el IFT, después de una consulta pública en la que opinaron tanto el preponderante como la competencia, realizó certeros ajustes a las Ofertas de Referencia de Desa- gregación Efectiva de la Red Local del Preponderante.
Esta nueva Oferta representa un gran avance de enorme relevancia, en el objetivo central para alcanzar un mercado en condiciones de competencia efectiva en nuestro país, particularmente para el servicio de banda ancha fija.
Retomando un boletín emitido por el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (Idet), esto es lo más destacado: “la más pronta puesta en operación del Sistema Electrónico de Gestión; la posibilidad de que los operadores no se vean limitados a sólo utilizar los servicios de reventa de Telmex, sino que a través de servicios mayoristas puedan desarrollar ofertas diferenciadas, sin que sea necesario replicar los paquetes del preponderante en forma exacta. Por ejemplo, para el acceso a Internet se mejora considerablemente el servicio de acceso indirecto al bucle, con sistemas que facilitan la diferenciación y utilización en forma más eficiente de las modalidades nacional, regional y local”.
Ahora bien, no basta con emitir la nueva regulación. El IFT está en la obligación de vigilar y supervisar que efectivamente se cumplan. Además, en un ejercicio anual de práctica regulatoria, ver cómo todavía se pueden mejorar para el 2018. Enhorabuena por este gran paso.
En otro tema. Estaremos muy atentos de lo que pase con la anunciada compra de los 60 MHz de espectro por parte de Telcel a Grupo MVS en la banda de 2.5 GHz. El IFT tiene que mostrar consistencia regulatoria.
Vía La Razón