“El IFT debe considerar que al aprobar esta adquisición indirecta de espectro radioeléctrico el preponderante no sólo sería el único operador acreedor de frecuencias en la banda de 2.5 GHz, sino que estaría imponiendo una barrera…”, señala.
El Instituto de Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) fijó una postura luego de que América Móvil anunciara un acuerdo por el que se haría acreedor de 60 MHz de la banda de 2.5 GHz,actualmente concesionada al Grupo MVS.
“De materializarse esta transferencia, sujeta a la aprobación del órgano regulador, el denominado operador preponderante pasaría a ser el único operador de telecomunicaciones con tenencia de espectro radioeléctrico en la banda referida”, indicó en un comunicado.
“Este acuerdo abre un nuevo capítulo de revisión de acciones del preponderante para el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), precisamente en el periodo de análisis del cumplimiento y evaluación de la eficacia de las medidas asimétricas de preponderancia. Pero, sobre todo, a más de un año de haber identificado una concentración ilícita entre una de sus empresas filiales (Telmex) y MVS-Dish, y una consecuente violación expresa a la regla de gratuidad en la retransmisión de señales radiodifundidas“, apuntó.
El IDET señaló que “en primer lugar, el IFT debe considerar que al aprobar esta adquisición indirecta de espectro radioeléctrico el preponderante no sólo sería el único operador acreedor de frecuencias en la banda de 2.5 GHz, sino que estaría imponiendo una barrera para el establecimiento de condiciones de oferta de banda ancha móvil similares para los operadores competidores, al postergar para el próximo año la adjudicación por la vía de licitación de 130 MHz de la banda referida”.
Y sostuvo que “si el preponderante se apropia de esos 60 MHz de la banda de 2.5 GHz, se daría paso a una mayor reconcentración espectral, en la que éste tomaría distancia en 20 puntos porcentuales del segundo principal poseedor de espectro radioeléctrico. A todas luces desproporcionado y contrario a la búsqueda de renivelación de condiciones del mercado en favor de la competencia efectiva, que constituyen el espíritu de la Reforma de Telecomunicaciones”.