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Por: Redacción

La lengua cambia y se transforma junto con los hablantes, el entorno, el ritmo de la vida y las situaciones. Por eso, muchas veces oímos y usamos expresiones que sabemos qué quieren decir.

La lengua cambia y se transforma junto con los hablantes, el entorno, el ritmo de la vida y las situaciones. Por eso, muchas veces oímos y usamos expresiones que sabemos qué quieren decir, pero que contienen una o varias palabras de las que ignoramos su significado por ser vocablos antiguos cuyos referentes desconocemos.

Presentamos algunas de estas expresiones y su uso, además de que se esclarece su significado.

Estar en babia. Estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata.
babia (n. p.): territorio de las montañas de León, donde poseía una casa de campo un monarca español que tuvo fama de bruto y distraído. También se entiende como derivado de babieca —palabra de sonido expresivo— que significa bobo, tonto, tarado; quizá también está relacionado con baba.

Me dieron una bicoca. No me dieron nada, me dieron muy poco —por o a cambio de algo.
bicoca (del it. bicocca; y éste, de la batalla y lugar de Bicocca): fortificación pequeña y de poca defensa. Cosa de poca estima y aprecio. Ganga, cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo.

Me importa un bledo. No me importa nada, no me interesa en lo más mínimo.
bledo (del lat. blitum): planta de unos tres decímetros de largo, con hojas triangulares de color verde oscuro y flores rojas, muy pequeñas y en racimos axilares; por extensión, cosa insignificante, de poco o ningún valor.

Es un bodrio. Que alguien o algo es horrible, feísimo, repugnante y repulsivo.
bodrio (de brodio; y éste, del alemán brod, caldo): caldo hecho con sobras de sopa, mendrugos, verduras y legumbres que de ordinario se daba a los pobres en las porterías de algunos conventos. Guiso mal aderezado. Cosa mal hecha, desordenada o de mal gusto.

Es una calamidad. Es una tragedia, una cosa horrible, muy mala.
calamidad (del lat. calámitas; y ésta, de colúmitas, contrario a incólume): desastre, suceso que causa pérdidas y sufrimientos graves.

Fumar como chacuaco. Fumar mucho, ser un fumador empedernido.
chacuaco (de lengua indígena, quizá náhuatl): horno de manga para fundir minerales, chimenea, conducto con humo.

Cabeza de chorlito. Alguien muy distraído, desmemoriado, aturdido, de poca inteligencia, torpe.
chorlito (de chorla, onomatopéyico): ave de aspecto compacto, de unos 25 centímetros de altura, patas largas, cuello grueso y pico corto y robusto. Vive en las costas y fabrica su nido en el suelo.

Caer como fardo. Se cayó de forma violenta, pesadamente, con gravedad.
fardo (etim. desconocida): lío grande de ropa u otra cosa, muy apretado, para poder llevarlo de una parte a otra. Se hace regularmente con las mercancías que se quieren transportar, cubriéndolas para que no se maltraten.

Es muy lángara (se usa sobre todo tratándose de mujeres). Es muy viva, taimada, aprovechada, que tiene segundas intenciones.
lángara, deformación de largo (del lat. largus): extenso.

Dormir como lirón. Dormir mucho, dormir de continuo o profundamente.
lirón (del lat. glis, gliris): mamífero roedor muy parecido al ratón, de unos tres decímetros de longitud, con una gran cola, pelaje de color gris oscuro en las partes superiores, blanco de las inferiores, espeso y largo. Vive en los montes, alimentándose de los frutos de los árboles, a los que trepa con extraordinaria agilidad. Pasa todo el invierno adormecido y oculto.

Vía: Excelsior

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