Por: Redacción
La primera impresión cuenta, por eso, estas mujeres relevan las presentaciones más inapropiadas y decepcionantes que les han mandado para ‘conquistarlas’.
¿Cuántas veces nos rompemos la cabeza antes de dar send a las primeras letras que le queremos mandar a un nuevo ligue? ¿Funcionará mejor un hola, un meme de algún gatito o una canción? Estas son algunas de las dudas existenciales que nos hacemos antes de dar ese importante primer paso.
El primer mensaje para “romper el hielo” y entablar una conversación exitosa con alguien suele ser un motivo de preocupación; y presentarnos ante cualquier ligue puede generarnos tanta ansiedad que quizás la conversación nunca empiece y terminemos en el cementerio de conversaciones jamás iniciadas.
Una vez mandado el mensaje, todo se reduce a la suerte: quizás lo que a una persona le parece divertido para otra es tan ridículo que hace una captura de pantalla para compartirlo con su grupo de amigos y reír un par de horas a costa de tu falta de imaginación.
Todos hemos mandado estos mensajes; estoy seguro que alguien se ha burlado de mí con sus amigas. Pero bueno, aquí sigo. Por eso le escribí a algunas amigas para que me pasaran los peores primeros mensajes de Tinder que han recibido por parte de hombres. Estos son los ganadores:
DICKPICS
Muchas personas con las que hablo en Tinder terminan enviándome mensajes de fotos de sus pitos. No sé si es que la aplicación les hace sentir que enviar dickpicks es lo que todas buscamos, pero me pasa con frecuencia. Si yo quiero ver una foto de sus pitos, se las pido y punto. —Paula, 24.
HUERTOS EN HUACALES
Me pareció muy tonto eso de que saludara diciendo que le gustaban los huertos en huacales, así que para sacarlo de onda le respondí que a mi me gustaban los pitos grandes. Lo peor es que al parecer se asustó y casi que me confiesa que no tiene el pito de buen tamaño. —Paula, 24.
700 DÓLARES EN LA CONDESA
Primero, no recomiendo que nadie ofrezca tener una familia en el primer mensaje de Tinder; eso es lo más importante. Luego, si ya viste que no me interesó juntar mis genes con los tuyos, ¿qué te hace pensar que quiero probar tu “chocolate”? Luego me envió un último mensaje en el que quizás perdió la pena y me quiso conquistar con 700 dólares y su depa en Condesa. Muy mal. —Silvia, 25.
EL TAMAÑO SÍ IMPORTA
Al comienzo me sentí muy rara porque nadie hace esas preguntas. Creo que nunca me lo habían preguntado en mi vida. Tuve que preguntarle acerca de su tamaño, ya que me había dado mucha curiosidad que el primer mensaje justo luego de hacer match, tuviese que ver con eso. 12 centímetros, según él. No me pareció tan mal. — Ana, 27.
EL PUERCO
Me quedó muy claro que la intención del morro era comerme. ¿A quién se le ocurre que es una buena idea empezar una conversación para ligar con un “puerco”? Tengo una foto en bikini en mi Tinder pero estoy casi segura que no parezco un puerco. O tal vez se refería a que soy una sucia por pertenecer a la comunidad Tinder, pero, ¿cómo juzgas si también eres parte? En fin, reí mucho, eso se lo agradezco. —Daniela, 24.
EL ROMPE HIELO
Lo único positivo de este mensaje es que me hizo reír muchísimo y aún lo guardo porque no creo que alguna otra persona me diga eso en su vida. Dudé por momentos en si responderle o no, pero cuando me dejé de reír me di cuenta que estaba muy pendejo el mensaje y lo dejé pasar. —Carla, 25 años.
LA ZONA DEL AMIGO
Nunca me habían friendzoneado tan cabrón. Hicimos match, y a los segundos quería ser mi amigo. —Andrea, 25.
EL ESTRESADO
Si mi bio dice “salgamos”, es para que congeniemos y podamos tener una cita. No es la idea que me pregunten a mí acerca de los lugares. De ser así tendría en mi bio “escríbeme, tengo un chingo de lugares para salir”. —Patricia, 27.
EL SOBREVIVIENTE
Lo primero que pensé al leer “doy iniciado el contacto virtual” fue acerca de la cantidad de veces que debe haber sido rechazado este hombre. Luego, con lo de haber “sobrevivido una semana más en el planeta tierra”, me sentí mal por él y casi le respondo sólo para que se sintiera un poco más feliz consigo mismo. —Clementina, 27 años.
EL AMIGO DE LOS GATOS
Tengo una foto con mi gato en mi perfil de Tinder, así que probablemente pensó que la mejor manera de abordarme era preguntándome cómo paseaba a mi gato. Me pareció un poco creepy y por eso no le respondí. —Ruth, 28.
Vía: Excelsior