Por: Redacción
Para la OCDE, el despliegue de la red mayorista conectará a las áreas rurales y remotas, disminuyendo las disparidades en el mercado.
La Red Compartida representa una oportunidad para llevar conectividad y servicios de telecomunicaciones a los usuarios que siguen desconectados, consideró Gabriela Ramos, directora y sherpa de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Ramos dijo a El Economista que cada vez es más “evidente la necesidad de llevar acceso a los servicios de telecomunicaciones a las zonas más remotas y que se haga un mayor esfuerzo por parte de todos”. La funcionaria destacó que la Red Compartida puede ser una “promesa interesante”, ya que está definida y tiene objetivos de cobertura claros.
En la primera etapa de operación, que deberá estar lista para el 31 de marzo del 2018, la Red Compartida dará cobertura a 37 millones de habitantes y 32 pueblos mágicos.
Según el plan de trabajo de Altán, las ciudades inicialmente previstas para la primera etapa son la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Toluca. A ellas se sumó Puebla, Querétaro, Tepic, Colima y Morelia.
Esto es, la población objetivo sería 33%, un equivalente a 37 millones de personas, mientras que se atendería a 8.7 millones de personas localizadas en municipios por debajo de los 10,000 habitantes.
En las recomendaciones que recién hizo la OCDE al gobierno federal, planteó utilizar la Red Compartida para el programa México Conectado.
De acuerdo con la OCDE, el establecimiento de la Red Compartida tiene el potencial para cambiar el mercado móvil y, como consecuencia, estimular y expandir la economía digital en México. “Será en muchos aspectos, la primera red de telefonía móvil solamente mayorista de la OCDE, aparte del hecho de que el despliegue de la red está aumentando las inversiones en el sector, puede aumentar la cobertura y conectar las áreas rurales y remotas, disminuyendo así las disparidades que se observan actualmente en el mercado mexicano”.
La OCDE ha destacado que la reforma, así como el marco regulatorio y jurídico, ayudaron a crear un entorno propicio para reducir los precios de los paquetes de banda ancha móvil hasta en 75%, mejorar la calidad de los servicios y agregar 50 millones de suscripciones a los servicios de banda ancha móvil en tan sólo cuatro años, una cifra mayor que la población de Colombia. La Red Compartida proporcionará tecnología 4G-LTE de última generación a al menos 92.2% de la población del país y se trata de un proyecto internacional público-privado dirigido por la Secretaria de Comunicaciones y Transportes y el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones; se prevé que generará una inversión de más de 7,000 millones de dólares durante nueve años.
Vía: El Economista