Por: Redacción
Hace unos días, el actor Ethan Hawke dijo en entrevista –palabras más, palabras menos– que lo único malo del cine, es que poco a poco se ha convertido en un negocio, dejando de lado la idea artística por la cual fue creada, pero sobre todo, es concebida como una expresión artística humana que ha servido desde hace mucho como un catalizador de cambios.
Y dice la verdad. El cine se ha convertido en una enorme industria que genera millones de dólares al año, y para que esto suceda, se debe apegar algunas fórmulas de éxito que siguen modas como la de los superhéroes. Y no es que estemos en contra de esta clase de producciones e historias, sino que su realización obedece más a la idea de dinero, que de contar historias que valen la pena.
Sin embargo, hay casos –sin generalizar– que a pesar de seguir la misma línea cuyo objetivo es la taquilla, dictan todo lo contrario. El mejor ejemplo es la oleada de cintas de terror que han llegado a las audiencias en los últimos años, sobre todo este último con un mega bombardeo de filmes que van desde las producciones independientes como Hereditary de Ari Aster a través de A24, mismo estudio que liberó The Witch en 2015 y It Comes at Night de 2017.
Pero entre estas dos y todas las demás modas que de repente aparecen, hay otras propuestas que cubren las otras necesidades de los cinéfilos y que llegan esta semana a la cartelera de la Cineteca Nacional:
La idea de un lago
Este segundo largometraje de la directora suizo alemana Milagros Mumenthaler, evoca la memoria y la realidad para contar una historia que hace una sutil reflexión sobre la importancia de los espacios y el pasar del tiempo. La idea de un lago, la cual compitió en el Festival de Cine de Locarno de 2016, sigue a Inés Acevedo, una mujer embarazada que se acaba de separar de su pareja. Se encuentra en la etapa final de un libro de fotografías y poemas sobre su infancia, la casa del lago donde pasaban sus vacaciones de verano y su padre, quien desapareció por la dictadura militar.
Esta cinta presenta la idea de guardar en un libro, los recuerdo familiares que mezclan la felicidad de un niño en el bosque y la falta de una figura especial e importante.
Niñato
Este filme documental del madrileño Adrián Orr, su primer largometraje que fue estrenado el año pasado, sigue la vida de David Ransanz, mejor conocido como el “Niñato”. Este hombre, de unos treinta años más o menos, es un desempleado de buen carácter que vive con sus hijos en una casa llena de dibujos. Durante su tiempo libre, es decir, todo el día, Niñato se dedica a escribir canciones de rap.
Cada una de sus creaciones, sirven como soundtrack de esta cinta de Orr que retrata la lucha de David por educar a sus hijos, sacarlos adelante pero al mismo tiempo no dejar de lado su sueño de convertirse en un artista de la escena de rap española. Entre nostalgia, crisis, soledad, depresión y un sueño, este documental triunfó en varios festivales de cine a nivel internacional y recibió críticas positivas.
Stalker
Andrei Tarkovski no necesita presentación. Cada uno de sus filmes, los que hizo dentro de la URSS como los que le siguieron a su exilio, son una obra de arte que pasa del cine, a la fotografía, a la literatura, a la poesía y la filosofía. Stalker, el quinto y último filme del director dentro de la Unión Soviética salido en 1979, se convirtió de forma inmediata en un clásico de culto de la ciencia ficción que no sólo pone por encima el cine soviético dentro de la historia del séptimo arte, sino también el cine por sí mismo.
Este filme sigue a tres personajes que van por un viaje espiritual dentro de “la zona”, un espacio con características postapocalípticas en el que se encuentra un cuarto “mágico” que cumple los sueños en una realidad. Stalkerestá basado en la novela Picnic extraterrestre de 1972 de Arkady y Boris Strugatski. La versión que se presentará en la Cineteca Nacional, fue restaurada digitalmente por Mosfilm en 2016.
Vía: Sopitas