Para los especialistas en ecología y sustentabilidad, tenemos el tiempo limitado para aprender a conservar los recursos que hay en la Tierra. Los suministros de agua dulce están siendo sobreexplotados peligrosamente.
La tierra se está agotando y degradando por producir más alimentos para más personas en las ciudades en constante crecimiento.
Miles de especies están desapareciendo rápidamente a medida que sus hábitats desaparecen en un torbellino de industrialización y una bruma de contaminación.
Los océanos se ahogan con los plásticos y el clima cargado de carbono está cambiando. Las cosas preciosas que son vitales para nuestra existencia están bajo amenaza y, si se pierden, puede que nunca regresen.
Sin embargo, para Lucas Joppa, director de Medio Ambiente de Microsoft, la Inteligencia Artificial (IA) puede desempeñar un papel importante en el monitoreo de la salud del planeta, y trabaja junto con otros especialistas de la compañía en ello.
Joppa explica a Excélsior que todos podemos aprender a aprovechar la IA para resolver algunos de los problemas de sostenibilidad que enfrenta la humanidad hoy en día, inclusive las empresas y las autoridades en México.
Microsoft fundó el programa AI for Earth en 2017 para que, con la ayuda de la tecnología, se pueda capturar una vasta cantidad de datos y convertirla en inteligencia accionable en favor del medio ambiente. Desde entonces, la compañía ha lanzado dos nuevas API que ayudarán a brindar la escala y flexibilidad para transformar la manera en que la gente que trabaja en retos de sustentabilidad, procesa datos y genera información de valor. Más de 230 beneficiarios utilizan ahora la nube de Microsoft, Azure, e IA para crear nuevos modelos y descubrir nueva información de valor”, explica vía telefónica.
Hoy Microsoft, añade, se ha comprometido a albergar los conjuntos de ciencia de los datos ambientales líderes del mundo en Azure. Estos grandes conjuntos de datos de gobierno contienen imágenes aéreas y satelitales, entre otras cosas, y requieren petabytes de almacenamiento.
Al ponerlos disponibles en la nube, avanzarán y acelerarán el trabajo de los investigadores”, agrega Joppa.
EL CASO DEL CEDO EN MÉXICO
En México, el Centro Intercultural de Estudios de Desiertos y Océanos (CEDO) emplea un modelo de aprendizaje automático para determinar cómo se comunica el cambio climático en la región del Golfo de California.
A través del análisis de datos de escritos locales y regionales en medios de comunicación digitales, entre 2016 y 2017, CEDO capacita su modelo para crear marcos temáticos, y así ayudar a respaldar las estrategias de adaptación al cambio climático entre gobiernos y organizaciones sin fines de lucro. Hem Nalini Morzaria-Luna, investigadora social del CEDO, explicó que la herramienta busca aprovechar lo que se dice en la prensa y con ello “crear marcos temáticos y entender cómo se está abordando el tema del cambio climático, bajo qué perspectiva y con qué sentido”.
La idea es hacer entender a la gente como es necesario, por ejemplo, en el Golfo de California, qué tipo de nuevas especies llegan a la zona por el cambio climático, cuáles no son susceptibles de pesca y cuáles ya no existen, para que cambien sus hábitos. Hay muchos pescadores que de eso viven, y tienen que entender que hay que cambiar giro.”
Uso práctico de la IA para ayudar al medioambiente
Agua: la IA puede ayudar a las personas a modelar el suministro de agua de la Tierra.
Clima: amenaza la salud, la infraestructura y los sistemas naturales. La IA ayuda a predecirlo.
Biodiversidad: muchas especies se extinguen. La IA puede ayudar al monitoreo.
Agricultura: para 2050 se deben producir más alimentos en tierras menos cultivables.