El mexicano Rafael González demostró que nada es imposible en el campo de la física pues logró lo que nadie había podido, ni siquiera el propio Isaac Newton: resolver el algoritmo de la aberración esférica en lentos ópticos.
Fue el Tecnológico de Monterrey quien informó a través de su página de internet sobre el logro del joven mexicano, pues el problema de física óptica llevaba siglos sin resolverse y permitirá la reducción de costos en la elaboración de productos como telescopios y cámaras.
González, egresado de Ingeniería Física Industrial y quien cursa un doctorado en nanotecnología, se unió al trabajo de Alejandro Chaparro, egresado de la UNAM, quien llevaba tres años buscando resolver la ecuación.
«Sabía que era un problema mítico. Ahí conocí a Alejandro; me insistía y me invitaba a que resolviéramos el problema. Yo le decía que era un pantano y no iba a poder», contó el joven a la institución.
Newton buscó solucionar el problema creando un telescopio que solucionaba la aberración cromática, es decir enfocar los colores en un solo punto, aunque no hacía lo mismo con la aberración esférica. Científicos continuaron abordando el reto que posteriormente se llamó problema Wasserman-Wolf.
Una solución al problema era el empleo de lentes asféricas, es decir que sólo eran esféricas en parte de su superficie. El problema es que la calibración dependía de un cálculo no del todo preciso, lo cual lograron resolver los jóvenes en un estudio titulado «General formula for a bi-aspheric singlet lends design free of spherical aberration» («Fórmula general para diseñar una lente singlete biasférica», en español», en Applied Optics.
Julio César Gutiérrez, asesor de Rafael González, dijo que la solución permitiría mejorar el desarrollo de lentes.