Una de la grandes expectativas en la industria tecnológica es que la inteligencia artificial sea capaz de replicar al cerebro humano, un escenario que el cofundador de Apple, Steve Wozniak, ve difícil de lograr.
Ahora podemos hacer dispositivos que realicen más cálculos que el cerebro humano, pero que no tienen su misma estructura”, explicó durante su participación en eCommerce Summit & Expo 2019.
Quien estuviera a cargo del desarrollo de las computadoras Apple I y Apple II, detalló que compañías como Google han desarrollado sistemas capaces de identificar objetos, animales o personas. Sin embargo, esos algoritmos todavía no pueden discernir si se trata de una fotografía o una pintura.
El que no puedan replicar por completo al cerebro humano se debe a que muchas funciones de éste aún son desconocidas para los científicos”, aclaró.
Por ejemplo, cómo se almacenan las memorias o las emociones, de dónde proviene la intuición. Hasta hace algunos años Wozniak creía posible que las computadoras, a través de tecnología como la inteligencia artificial, desarrollarían conciencia.
Su visión ha cambiado y considera que estas máquinas simplemente serán una herramienta que asista a las actividades del ser humano.
Aunque no descarta que en el futuro, quizá por accidente, se logre conocer más al cerebro humano para replicarlo.
HAY OPORTUNIDAD
Respecto al papel de México en la industria tecnológica, se congratuló del avance que hay en el país. Comentó que con cada visita ha visto una mayor conectividad y uso de dispositivos, pero se necesitan acciones más concretas.
Recordó que Silicon Valley no surgió de la nada, tardó casi 30 años en consolidarse como un centro tecnológico.
En este sentido, recomendó a los jóvenes mantenerse fieles a sí mismos y no “corromperse” por el poder o el dinero.
“Lo más importante es ser honesto, está en tu personalidad si eres un inventor o un ingeniero”, dijo.
Cuando cofundó Apple decidió mantenerse como un ingeniero, en vez de administrar, para no inmiscuirse en temas políticos o valores corrompidos.
