Cómo la inteligencia artificial supo antes del Covid-19 y nadie le hizo caso.

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El pasado 31 de diciembre de 2019, los clientes de la plataforma canadiense BlueDot, la cual utiliza un algoritmo impulsado por Inteligencia Artificial (IA) que rastrea informes de noticias en idiomas extranjeros, redes de enfermedades de animales y plantas, así como proclamaciones oficiales, recibieron un email para avisarles con anticipación que evitaran zonas de peligro en Wuhan, China.

El informe llegó nueve días antes de que la OMS, y seis días antes de que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EU supieran sobre lo que semanas después se convertiría en pandemia: el COVID-19.

Los especialistas aseguran que la velocidad es importante durante un brote de alguna enfermedad conocida o desconocida, y debido a la mala reputación que tienen los funcionarios chinos sobre el acceso a la información de  enfermedades, contaminación del aire o desastres naturales, la tecnología de BlueDot fue una alerta que debió darse a conocer en los centros de salud del mundo.

Kamran Khan, fundador y CEO de BlueDot, asegura que no se puede confiar en que los gobiernos proporcionen información de manera oportuna, por lo que su plataforma de IA puede recoger noticias de posibles brotes, pequeños murmullos o foros o blogs de indicios de eventos inusuales, y compartirse para evitar problemas como los que estamos viviendo hoy en día.

Inclusive esta tecnología predijo cómo iba a extenderse el coronavirus en el mundo, utilizando información accesible para todos: los datos globales de emisión de boletos de aerolíneas mostraban cuándo y hacia dónde se dirigirán los residentes infectados. Pronosticó correctamente que el virus saltaría de Wuhan a Bangkok, Seúl, Taipei y Tokio en los días posteriores a su aparición inicial.

Algo importante es que el algoritmo de BlueDot no utiliza publicaciones en redes sociales, porque se explica que los datos son demasiado desordenados y muchas veces mienten.

BlueDot nació en 2014 y en su salida como tecnológica recaudó 9.4 millones en fondos de capital de riesgoLa compañía ahora tiene 40 empleados, médicos y programadores que diseñan el programa analítico de vigilancia de enfermedades, el cual utiliza técnicas de procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático para examinar informes de noticias en 65 idiomas, junto con datos de aerolíneas y reportes de brotes de enfermedades animales.

La empresa ha utilizado el procesamiento del lenguaje natural y el aprendizaje automático para entrenar su motor de búsqueda y así reconocer si se trata de un brote de ántrax en Mongolia o una reunión de Anthrax, la banda de heavy metal.

El CEO de la compañía ha explicado en algunos foros y medios que, una vez que se completa el filtrado automatizado de datos, el análisis humano se hace cargo. Los epidemiólogos verifican que las conclusiones tengan sentido desde un punto de vista científico y luego se envía un informe a los clientes del gobierno, las empresas y la salud pública.

Los informes que se obtienen con esta tecnología se envían luego a funcionarios de salud pública en una docena de países (incluidos Estados Unidos y Canadá), aerolíneas y hospitales de primera línea donde los pacientes infectados podrían terminar. Lamentablemente BlueDot no vende sus datos al público en general, pero están trabajando en ello.

Desafortunadamente, para detener la propagación de ésta y otras enfermedades que nos aquejen en el futuro, los funcionarios de salud pública deberán decir la verdad y contarla rápidamente. Pero mientras eso no suceda, podría valer la pena sustituir a un epidemiólogo por tecnologías como la Inteligencia Artificial, tecnologías a las que todos tengamos acceso.

Como lo comenté hace una semana, el mundo va a cambiar desde la manera en la que se vigilan este tipo de brotes, hasta cómo se compra, cómo nos desenvolvemos como sociedad y hasta en cómo seremos vigilados desde nuestros teléfonos en “pro de evitar nuevos casos”.

La manera en que se está afectando a las industrias, a las economías y a la población mundial en general, pudo evitarse gracias al uso de tecnologías como la de BlueDot, desafortunadamente pocos líderes invierten en estas herramientas predictivas, y buscan hacerlo cuando ya es demasiado tarde.

Hoy el algoritmo de la firma canadiense ya incluye información de declaraciones de diferentes organizaciones oficiales de salud pública, datos demográficos, medios digitales, los datos de boletos de diferentes aerolíneas y algunas redes sociales, entre otros. Esperemos que, gracias a ello, esta sea la última gran pandemia a la que nos enfrentamos, o al menos estemos preparados para la próxima que vendrá en el futuro.

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