Los cubrebocas se han convertido en un elemento indispensable para proteger a las personas del covid-19, lo que ha abierto una oportunidad para innovar e integrar nuevas tecnologías en éstos.
Si bien las autoridades sanitarias, en México y el resto del mundo, en un principio no llegaban a un consenso sobre si los cubrebocas incidían en reducir el nivel de contagio y hay varias personas que se niegan a usarlas, lo cierto es que la Organización Mundial de la Salud recomendó a los gobiernos a impulsar el uso de éstos cuando la transmisión de la enfermedad es generalizada y el distanciamiento social no es posible.
Hasta el momento se ha encontrado que el covid-19 se transmite principalmente a través de las gotas respiratorias que se expulsan al toser, estornudar y al hablar.
Ante esto, el organismo internacional instó a la población a utilizar cubrebocas fabricados en tela y no de nivel quirúrgico o N95 y superior con el fin de no afectar el suministro a las instituciones de salud que los requieren.
Algunos estudios, como el publicado en Physics of Fluids y realizado por la Universidad Atlántica de Florida, han demostrado que las gotitas contagiosas pueden viajar más de dos metros y medio.
En cambio, si se utilizan cubrebocas caseros el rango no pasa de 40 centímetros, con aquellos comerciales de forma cónica se reduce a 20 centímetros y otros que se ajustan firmemente a la cara con dos capas de tela lo limitan a 6 centímetros.
Debido a este escenario se prevé que el mercado global de cubrebocas alcance 7 mil 220 millones de dólares en el año 2027, de acuerdo con Polaris Market Research.
A dicha industria se añadirán nuevos segmentos, ya que varias empresas están ofreciendo modelos que no sólo ofrecen la clásica protección, sino también cuentan con nuevas características que son hasta futurísticas.
LAS NUEVAS OPCIONES
El mayor ejemplo es C-Face, de la japonesa Donut Robotics, porque se trata de un dispositivo que brinda un sonido de voz más claro, un buen diseño, combate el coronavirus y se conecta con el smartphone del usuario para dar más herramientas.
C-Face se coloca encima de un cubrebocas normal, ya sea del tipo comercial o hasta hecho en casa, una vez colocado se enciende y se conecta con el smartphone.
Está pensado para personas que trabajan en servicio al cliente, médicos o hasta en una reunión de negocios porque la voz se pasa a texto y éste puede mostrarse en una pantalla o enviarlos a aplicaciones de mensajería para así mantener a las personas alejadas. Además, el sistema también permite traducir las conversaciones hasta en ocho idiomas, aunque dicho servicio tendrá un costo mensual.
Un punto a su favor es el precio, ya que será de aproximadamente 3 mil 980 yenes sin impuestos, lo que equivale a 850 pesos, y su lanzamiento se prevé para diciembre.
Otro cubrebocas que luce prometedor lo desarrolla Redcliffe Medical Devices y se llama LEAF. Se trata de un dispositivo transparente, por lo que permite ver la expresión facial, cuenta con registro en la Administración de Medicamentos y Alimentos de EU y tiene tres modelos.
El más básico ofrece una capa antivaho y tiene un doble filtro, le sigue la versión UV que tiene incorporada una luz UV que destruye patógenos, un revestimiento antimicrobiano y un triple filtro. La versión Pro incluye todo lo anterior y la opción de conectarse con un smartphone para controlar la ventilación y comprobar la calidad del aire en el área cercana, así como dar información sobre el metabolismo del usuario.
El costo de LEAF en una campaña de crowdfunding va de 49 a 199 dólares, según el modelo, y las primeras entregas se harán en agosto.
Vía: Dinero en imagen