SpaceX retrasó el lanzamiento de un cohete que debía llevar 57 minisatélites al espacio para construir un sistema de internet de banda ancha global en órbita.
La compañía tuiteó que posponía la décima misión de Starlink “para ganar más tiempo para realizar testeos”, y señaló que trabaja para identificar una nueva ventana de lanzamiento.
La misión ya había sido pospuesta anteriormente.
El cohete Falcon 9 también debía transportar dos satélites de BlackSky, un cliente de SpaceX.
El vuelo abortado del sábado habría sido el tercer lanzamiento del satélite Starlink de SpaceX en menos de dos meses.
La compañía de Elon Musk con sede en California ha recibido hasta ahora autorización de Estados Unidos para lanzar 12 mil satélites en diferentes órbitas, y ha solicitado el lanzamiento de hasta 30.000 más.
El objetivo de SpaceX es controlar una gran parte del futuro mercado de internet desde el espacio.
Varios rivales tienen la misma ambición, incluida la startup OneWeb, con sede en Londres, y el gigante estadounidense Amazon, cuyo Proyecto Kuiper está mucho menos avanzado.