El verano no le sienta muy bien a los dispositivos móviles: las altas temperaturas pueden sobrecalentar la batería y afectar al rendimiento del móvil, y si se tiene la suerte de ir a la playa o la piscina, la arena y el agua pueden dañar la pantalla o componentes internos si no se tiene cuidado. Pero los ‘smartphones’ también sufren cuando nosotros nos abrochamos el abrigo.
El frío afecta al funcionamiento general del móvil, si bien la batería y la pantalla son dos de los elementos que más sufren con temperaturas bajas, especialmente cuando bajan cero. En un contexto así, el usuario puede experimentar que su dispositivo no reaccione, cargue lento o incluso se apague.
La batería de ion de litio es muy sensible a los cambios de temperatura. En caso de que haga frío, interpreta esta situación como un gasto de energía, lo que significa que puede descargarse antes de lo esperado aun si se sale de casa con ella al cien por ciento.
Para volver a cargar la batería, eso sí, hay que esperar a que el dispositivo recupere algo de temperatura antes de enchufarlo a la corriente o colocarlo en una base inalámbrica.Playvolume00:00/01:04TruvidfullScreenX
En el caso de la pantalla, el frío afectará más a aquellos dispositivos que emplean un panel LCD -los OLED o AMOLED resisten algo mejor-. En este caso, los usuarios pueden tener problemas para manejarla, porque responde de forma lenta o porque no detecta bien los toques.
El agua también presenta un peligro para los ‘smartphones’ en esta época del año debido a las lluvias o la nieve, ya que si lo usamos en el exterior, aunque llevemos paraguas, puede penetrar en el equipo y dañarlo. Hay que asegurarse, además, de que se tienen las manos secas cuando se vaya a usar el movil.
Es importante saber si el teléfono que estamos usando tiene algún tipo de resistencia a este elemento, que evitará grandes daños. Pero si ha entrado agua, el procedimiento a seguir es el mismo que en el caso de que haya caído a la piscina en verano: apagar el teléfono, extraer la batería -siempre que se pueda-, la tarjeta SIM y la tarjeta SD, secarlo lo mejor posible y dejarlo en el interior de un recipiente lleno de arroz o en una bolsa hermética con bolsas de gel de silicio durante un par de días.
Vía: Dinero en Imagen