ATSC 3.0, ¿a la Mexicana?

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Hace poco más de cinco años, México experimentó el apagón analógico. Pero al norte, ahora ya se está desarrollando un nuevo método de transmisión de televisión, de una nueva generación, que permite la integración de contenidos radiodifundidos con el internet, ofrece una gama de nuevos servicios potenciales, y tiene mejores características de transmisión y modulación — algunas de ellas muy relevantes al desarrollo de la televisión mexicana.

He escrito esta examinación porque es el primer texto que habla del estándar ATSC 3.0 — comercializado en Estados Unidos bajo la marca “NextGen TV” — desde una perspectiva mexicana. Aunque se ve poco probable su adopción en el corto plazo por la situación económica actual, proximidad al apagón analógico original, y otros factores, es un hecho ya conocido en la historia de las comunicaciones mexicanas que México siempre estará encaminado a los estándares que se usan en los Estados Unidos.https://cdn.embedly.com/widgets/media.html?src=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fembed%2FfErVm1AEE9g%3Ffeature%3Doembed&display_name=YouTube&url=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DfErVm1AEE9g&image=https%3A%2F%2Fi.ytimg.com%2Fvi%2FfErVm1AEE9g%2Fhqdefault.jpg&key=a19fcc184b9711e1b4764040d3dc5c07&type=text%2Fhtml&schema=youtube

Lo Que Dicen en México

Ha sido escasa — pero no nula — la discusión del estándar ATSC 3.0 en México. Se han impartido diversos seminarios — en 2018, hubo uno en la 59 Semana Nacional de Radio y Televisión sobre el concepto, justo un mes después de que la primera estación regular en el estándar, KFPH-CD en Phoenix, Arizona, iniciara transmisiones.

En la hoja de ruta preliminar para la Estrategia IFT 2020–2024, bajo el rubro de “fomentar la adopción de nuevas tecnologías”, dice:

En el contexto de la LAR 3.2.1, se propone monitorear y analizar la tecnología que permite a los servicios de radiodifusión o de telecomunicaciones transitar a la digitalización o a servicios convergentes como Internet y aplicaciones digitales adicionales, como sería el caso de la Televisión Digital Terrestre (TDT) y la posibilidad de transitar al estándar del Advanced Television Systems Committee (ATSC 3.0, y conocido también como el primer estándar a nivel mundial de transmisión radiodifundida en protocolo IP), lo que implicaría nuevas ofertas competitivas y retos relevantes para su adopción en México (i.e. compatibilidad de los equipos, costos de los equipos, entre otros).

Se recibió un solo comentario sobre esta sección, de Roberto Mendiola Alpizar:

Con relación a la transición de la TDT al estándar ATSC 3.0, se considera adecuada esta LAR, toda vez que en este momento no es recomendable ni justificable para las estaciones radiodifusora de televisión, el transitar a esta nueva tecnología en virtud del reciente apagón analógico, las inversiones realizadas por los concesionarios, el pago reciente de los refrendos de los Títulos de Concesión y la situación económica del País. Se sugiere que como parte de estos trabajos se considere incluir la participación de los concesionarios de radiodifusión.

Sí, escuchar sobre otra transición de estándares podría traer suspiros de resignación y confusión. Cabe señalar que el IFT ha dicho casi nada sobre el ATSC 3.0, pero lo que sí ha dicho vale la pena resumir. Sin embargo, sí hay que planear por una transición eventual por un motivo sobresaliente: los lazos económicos entre México y sus vecinos del norte, consagrados en el TLCAN y T-MEC, así como la existencia de zonas metropolitanas binacionales que comparten un conjunto de servicios de radiodifusión, tanto sonora como televisiva, obligan al país a seguir el camino de los Estados Unidos en materia de estándares de comunicaciones. Es la lección del fallido intento de experimentar con la DAB (Digital Audio Broadcasting), que causó revuelo entre los concesionarios fronterizos justo porque la atribución del espectro en Estados Unidos no permitiría su uso a gran escala.

Alpizar, un perito en telecomunicaciones que murió en febrero y fue integrante del Comité de Nuevas Tecnologías del CIRT y Supervisor de Operaciones en Televisa, sí tiene unas cosas correctas.

  • Las cadenas de televisión nacionales, con la excepción de Imagen Televisión, acaban de pagar su contraprestación por 20 años — “de un solo golpe y porrazo”, como indicó en 2019 el presidente de la CIRT, porque en México los pagos por espectro de radiodifusión no se hacen por anualidades.
  • El país enfrenta un periodo de contracción económica que hace difícil la inversión en infraestructura para las televisoras y en nuevos equipos que soportan el estándar.
  • El apagón analógico se dio en México seis años y medio después de su contraparte estadounidense.

Cabe señalar que en Estados Unidos, la transición se organiza de forma voluntaria — no obligatoria, como el apagón analógico — y habrá ambos estándares por años más.

Con Sabor de Internet

El ATSC 3.0 es más complejo, pero también permite la integración de tecnologías IP con las de televisión, ya que todos los contenidos que se transmiten — sean video u datos — se mandan mediante paquetes de Internet Protocol (IP). Esto implica más flexibilidad y capacidad para cambios futuros pero también requiere el uso de un camino IP desde los estudios hasta la planta transmisora, mediante microondas o fibra óptica.

Figura del Manual para Estaciones Anfitrionas, Pearl TV, página 76

Fíjate en la porción a la derecha. Sí, es posible mandar señales ATSC 3.0 no solo vía radiodifusión sino también por internet — y la mayoría de los equipos receptores estarán conectados. (Y sí, hay un canal de retorno para permitir comunicacion bidireccional.) Así se pueden mandar anuncios dirigidos usando este estándar.

Modulación y Redes

La ventaja más practica del ATSC 3.0 en comparación con su antecesor en el contexto mexicano es que emplea un mejor sistema de modulación: COFDM, en vez de la 8VSB que se utiliza en el ATSC 1.0.

Usar COFDM significa que será más robusta la recepción de la señal (además de poder tener una subseñal aún más fácil de recibir — más sobre eso más adelante). Esto beneficiará a los televidentes, ya que en algunas zonas aisladas, el apagón analógico supuso menor cobertura del servicio de televisión abierta, como en la mixteca oaxaqueña.

La 8VSB no ha sido una amiga fiel al despliegue de redes unifrecuencia que podrían ampliar e intensificar la señal disponible en zonas bloqueadas por terreno de los transmisores principales. En México, los equipos complementarios de las estaciones de televisión digital terrestre, por disposición técnica, generalmente se asignan para usar el mismo canal que la estación matriz, aunque en algunos casos se ha visto imposible esto. En Monterrey, una zona metropolitana que demanda el despliegue de hasta 5 repetidoras para asegurar cobertura total, Multimedios Televisión usa los canales 25 y 26. El Canal 28 de Nuevo León tiene equipos complementarios (que no están en el CPCREL) en los canales 27 y 29. En Querétaro, Televisa construyó su sitio en el Cerro del Cimatario para usar los canales 8, 9 y 10 en VHF, en vez de los canales UHF de los transmisores principales. Todo esto genera un uso menos eficiente del espectro.

Usando la misma modulación que las señales celulares permite el despliegue más eficiente de redes unifrecuencia sin los contratiempos asociados con la idea en el mundo ATSC 1.0. En Phoenix, que hace tres años dio luz a la primera estación regularizada transmitiendo con ATSC 3.0, ahora se ha convertido a un múltiplex de alta potencia, que a su vez ha establecido un equipo complementario experimental para cubrir a una zona que no recibe una alta intensidad de señal por cerros. También es posible una topología más celular de la señal, con diversas repetidoras de baja potencia que aseguran una alta concentración de señal.

Una mayor intensidad de señal también permite la prestación de servicios que requieren más señal para ser recibidas y que usan más ancho de banda. Esto es importante para el uso de la ATSC para nuevas tecnologías.

El Modelo Faro

La manera en que se ha implantado, en un inicio, la transmisión de contenidos ATSC en diversas ciudades de los Estados Unidos es el modelo faro (lighthouse model), en el cual una estación se convierte al nuevo estándar y sus canales de programación se transmiten en ATSC 1.0 a través de otros canales, que a su vez emiten sus servicios principales en el múltiplex 3.0.

Por ejemplo, en Denver, KWGN-TV tenía 4 canales, 2.1 a 2.4. Al transitar a la ATSC 3.0, se siguieron emitiendo estos servicios en los múltiplex de los canales 7, 9 y 31, que a su vez se emiten en ATSC 3.0 en la KWGN-TV. No obstante, todos los canales siguen siendo responsabilidad legal ante la FCC de sus propietarios y licencias existentes.

La aplicación de este modelo al contexto mexicano es más simple en cuanto a Televisa o TV Azteca, porque controlan dos múltiplex de cobertura nacional. Podrían emitir todos sus servicios en ATSC 3.0 en un canal y en ATSC 1.0 en otro.

Sin embargo, esto no sería posible sin que se hicieran dos modificaciones al marco normativo:

  • Permitir que los servicios multiprogramados de televisión adscritos a un concesionario o canal puedan transmitirse en el espectro de otro canal o concesionario;
  • Abolir las tasas mínimas estipuladas por el IFT que impiden el uso de toda la eficiencia de codificadores de última generación.

En Denver, tras el lanzamiento del ATSC 3.0, el múltiplex del canal 31 en el ATSC 1.0 emite dos canales de programación en HD y dos en SD — el equivalente a la oferta nacional de TV Azteca en dos múltiplex (Azteca 1 HD, Azteca 7 HD, adn40 SD, a+ SD) o a lo que ofrece Televisa en ciudades medianas (Las Estrellas HD, Canal 5 HD, Nu9ve SD, Foro TV SD). En MPEG-2, ahora ni se permiten dos canales HD en un solo mux, aunque Televisa sí lo hace.

En reiteradas ocasiones, he compartido en este espacio, en Twitter y en foros que este aspecto del marco normativo en multiprogramación perjudica a los televidentes y no corresponde a la capacidad que actualmente tienen los equipos codificadores, aún en MPEG-2.https://cdn.embedly.com/widgets/media.html?type=text%2Fhtml&key=a19fcc184b9711e1b4764040d3dc5c07&schema=twitter&url=https%3A//twitter.com/enfrecuencia/status/1268724565892648970&image=https%3A//i.embed.ly/1/image%3Furl%3Dhttps%253A%252F%252Fabs.twimg.com%252Ferrors%252Flogo46x38.png%26key%3Da19fcc184b9711e1b4764040d3dc5c07

La implantación del modelo faro exigiría que se quite esta restricción para garantizar la continuidad del servicio.

En cuanto a estaciones independientes o que no forman parte de un conjunto de 2 canales o más, habría que hacer maniobras para establecer un faro entre esas estaciones.

¿Qué Cabe?

La capacidad de un canal de 6 MHz usando ATSC 3.0 depende de la configuración que se emplea. En este rubro, hay más flexibilidad y complejidad que en ATSC 1.0. En general, hay una relación inversa entre la robustez de la señal y su capacidad, y eso influye en su uso en dispositivos móviles.

Además cabe señalar que las estaciones pueden transmitir más de un tubo de capa física (physical layer pipe, PLP), con un tubo más robusto y uno con más capacidad pero que requiere más señal para poder recibir. En general, una configuración podría contar con 18 a 25 Mbps en el tubo más grande. Es bueno pensar en los PLP como subseñales que podrían usarse como el 1seg en el estándar ISDB-T, empleado en Japón, Brasil y muchos países sudamericanos — y que harán más factible la recepción de los servicios en dispositivos móviles o en zonas con mala señal.

Eso no suena como una gran mejoría, ya que, en el ATSC 1.0, los canales transmiten a una tasa de 19.39 Mbps. Sin embargo, es el uso de compresión más eficiente — HEVC — que permite la transmisión de servicios adicionales o de servicios más exigentes (como 4K). En general, un stream de 12 Mbps en MPEG-2 cabe en 3 Mbps en HEVC.

Cabe señalar, claro, que no toda la capacidad de un canal se usará para prestar canales de video, porque en el ATSC 3.0 hay la opción de transmitir aplicaciones interactivas que acompañan el video, así como datos a una tasa baja a dispositivos como vehículos inteligentes. En general, las primeras instalaciones de ATSC 3.0 caben 5 canales HD en un solo mux.

Los contenidos de video en ATSC 3.0 pueden usar HDR (High Dynamic Range) y una gama amplia de colores (WCG, por sus siglas en inglés).

Para audio, en Norteamérica se usa el codec Dolby AC-4. (En Corea del Sur, donde transmisiones en ATSC 3.0 empezaron para emitir las Olimpiadas Pyeongchang 2018 en 4K, se emplea el MPEG-H.) Entre sus opciones:

  • Soporte para sonido surround de hasta 7.2+4, así como Dolby Atmos
  • Voice Plus, una opción que amplifica el diálogo en los programas

Fuera de Video

En general, sigue siendo muy joven el ecosistema alrededor del ATSC 3.0, pero entre las posibilidades de transmisión de datos asociados con el estándar:

  • Distribución de actualizaciones de firmware u otros datos a vehículos y clientes móviles, con un chip adecuado. Pruebas de campo en Phoenix y en Santa Bárbara, California, indican muy buena recepción hasta en terreno difícil.
  • Distribución de alertas de emergencia inteligentes y ricas. (Se nota aquí que en este rubro, México habrá que quedarse atento a lo que haga Canadá, ya que el sistema en construcción para este tipo de alertas se basa en el AlertReady canadiense, aunque el uso de XML y otras tecnologías compartidas con el EAS estadounidense ofrece una base.)

Para más información, recomiendo que consultes el Manual de Estaciones Anfitrionas (Host Station Manual), elaborado por Pearl TV, un consorcio de dueños de estaciones de televisión en Estados Unidos que se ha involucrado en el desarrollo del ATSC 3.0, así como en los programas de prueba en Phoenix, Detroit y otras ciudades. Este documento consta de casi 200 páginas, se actualiza de manera constante y es un recurso invaluable en cuanto a los pormenores técnicos del estándar.

En Resumen

México no necesita ahora el ATSC 3.0. La economía no lo permite, no hay suficiente madurez en el ecosistema de hardware y software (por ahora hay soporte en unos pocos productos de alta gama), y se requirió de mucho esfuerzo (y apoyo gubernamental) para realizar el primer apagón analógico. Las necesidades — y prioridades políticas — del país en comunicación tienden fuera de la radiodifusión (aunque esta sigue muy relevante, sobre todo por haber asumido un rol principal en Aprende en Casa) y hacia cubrir las brechas de cobertura de internet.

Sin embargo, como ya debe ser de nuestro conocimiento, México sí lo tendrá en esta década, y no será por voluntad totalmente propia. Por lo tanto, hay que empezar a pensar en cómo podría ser usado este estándar en México para mejorar los servicios que se pueden prestar actualmente en el ATSC 1.0 y cuáles características — como las redes unifrecuencia — se adaptan más al contexto mexicano.

Vía: EnFrecuencia

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