Que las crisis generan oportunidades es una constante en los negocios. En la pandemia derivada de la crisis sanitaria de covid-19 esto significó el salto en la adopción, tanto por empresas como en cadenas productivas y en los consumidores, de herramientas y plataformas digitales para sobrevivir a los cierres globales de diversos sectores.
Un estudio de Microsoft para medir qué tanto se reconfiguró la digitalización, indica que 41 por ciento de las pequeñas y medianas empresas (pymes) mexicanas encuestadas consideró que aumentaron la velocidad en la implementación tecnológica.
De hecho, 83 por ciento de las pymes consideró que la adopción de nuevas tecnologías será fundamental para la reactivar su negocio en el corto y mediano plazo.
La Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por covid-19 en las Empresas (EcovidIE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticay Geografía (Inegi) revela que esta rapidez en la adopción de tecnologías también se dio en las grandes empresas, donde un 37.1 por ciento comenzó a vender sus productos por internet en medio del distanciamiento social.
Para descubrir en qué áreas se dio un impulso en la digitalización, en 2020 Statista encuesto a pymes en México sobre qué tipo de estrategias a corto plazo implementaron para sobrellevar la crisis. El 52 por ciento de las que todavía usaba métodos de venta tradicionales dijo que vender productos en línea es parte de su estrategia a corto plazo.
La digitalización también se dio hacia adentro dé los negocios, ya que el 18 por ciento refirió que reforzó la comunicación interna online y un 13 por ciento adoptó su dinámica de trabajo a lo digital a través de software colaborativo y videoconferencias.
Del lado financiero, los bancos continuaron apostando al futuro del negocio por medio de los canales digitales, y las instituciones de mayor presencia en el sistema financiero crecieron en el número de clientes que han llegado por los canales electrónicos, revelaron los resultados de los principales bancos del país.
Definitivamente la pandemia cambió la forma en la que los clientes se relacionan con sus bancos por el avance de la digitalización, algo que redujo los gastos de las entidades, ya que les permitió cerrar sucursales.
A diciembre de 2020, del total de transacciones de clientes de la banca, 52 por ciento se realizan en cajeros automáticos, 33 por ciento en banca digital y 15 por ciento en sucursales, de acuerdo con el índice de Inclusión Financiera a 2020.
Trabajo a distancia
La dinámica de trabajo fue uno de los aspectos que el Covid-19 reconfiguró. Las empresas se vieron en la necesidad de ajustar o diversificar sus actividades y servicios a esquemas remotos o virtuales. Varios considerados como actividades esenciales redujeron en gran número la atención presencial en las sucursales, mientras que el resto de los trabajadores tuvieron que adaptarse al trabajo remoto.
De acuerdo con la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por covid-19 en las Empresas (Ecovid-IE) del Inegi, solo 12 por ciento de las compañías en México implemento home office durante la contingencia. De este total, si se divide por tamaño de organización, tenemos que 44.8 por ciento de las grandes firmas hizo efectivo el teletrabajo entre sus colaboradores, 19 por ciento de las pequeñas y medianas y 11.2 de las microempresas.
Una de las razones por las que la implementación del teletrabajo no fue más agresiva es que “no estábamos preparados con la infraestructura ni las compañías, ni los trabajadores que están vía remota; hay una curva de aprendizaje digital que ha costado trabajo”, dijo Germán Ortiz, socio líder de la industria de tecnología, medios y telecomunicaciones de Deloitte México, durante la presentación del estudio Digital Customer Trends 2020.
Este estudio mostró que pese a la carga laboral y la necesidad de adaptación, 49 por ciento de los trabajadores afirma que es más fácil trabajar desde casa, ya que han podido mantener su salud y la de su familia. Además, 72 por ciento de los encuestados cree que el trabajo futuro será remoto.
Comercio electrónico
Durante 2020 el cierre de tiendas físicas, así como la baj a en la movilidad producto del confinamiento sanitario, impulsaron como el crecimiento del canal digital para mantener las ventas de las empresas.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), el año pasado el comercio electrónico del país reportó ventas por 316 mil millones de pesos, lo que representó un aumento de 81 por ciento, en contraste con las cifras del año anterior.
“Nos tomó de sorpresa, nadie esperaba un crecimiento tan fuerte. El problema fue de planeación.
Cuando se paró la producción en China, muchos comercios se quedaron sin productos y además cómo manejar la entrega masiva cuando la gente no estaba lista para entregar”, dijo Pierre-Claude Blaise, director general de la AMVO.
De los consumidores, 50 por ciento compra una vez por semana vi a digital y 42 por ciento, paga servicios.
“Vemos esta oportunidad, hay pocos momentos en la vida donde puedes saltar etapas, hoy podemos tomar decisiones que permiten pasar de un México poco digital a uno muy moderno”, dijo Blaise.
Logística El auge del comercio electrónico también hizo más eficiente el proceso logístico. Según la AMVO, las compañías tuvieron que implementar en tres a cuatro meses soluciones para abastecer la creciente demanda, que al inicio de la pandemia generó retrasos en entregas.
“Vimos que el fenómeno fue que la gente que nunca había pedido en internet se vio forzado a hacerlo y vio que esto funciona y para negocios que nunca habían vendido, fue durante mucho tiempo su único ingreso”, dijo Ingo Barikoswki, director de Estafeta.
Podemos tomar decisiones para que México pase a la modernidad: AMVO