Cerca de 90% de las empresas en América Latina aumentará su inversión en tecnologías emergentes como computación en el borde, biometría, robótica o realidad virtual y aumentada en los próximos 12 meses.
De acuerdo con el estudio Impulsar la adopción de tecnologías emergentes en América Latina, que fue realizado por Harvard Business Review Analytics Services y patrocinado por NTT Data, las empresas de la región tienen expectativas positivas con respecto a estas nuevas herramientas.
Tras encuestar a cerca de 316 ejecutivos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México, se encontró que 90% cree que las tecnologías emergentes aportan al éxito de sus organizaciones en el futuro, 87% ha sacado provecho de éstas en los últimos dos años y 88% considera que los beneficios obtenidos justifican el monto de la inversión.
Esto último porque el uso de las nuevas tecnologías ayuda a mejorar la reputación de marca, incrementa los ingresos, la rentabilidad y la retención de clientes, entre otros beneficios.
En una época en que todas las empresas están convirtiéndose en negocios digitales, mantenerse a la vanguardia y adoptar tecnologías emergentes es sinónimo de afrontar los desafíos que depara el futuro en términos de productividad, competitividad, crecimiento y resiliencia y lo que estamos viendo con una gran satisfacción es que las empresas latinoamericanas no sólo están haciendo crecer sus inversiones en este sentido, sino que, lo más importante, tienen cada vez más desarrollado el gen innovador en su cultura”, dijo el director de jefe de Tecnología Digital de las Américas de NTT Data EMEAL, Alberto Otero.
Entre las tecnologías emergentes que están adoptando destacan la computación de borde, la biometría y la robótica avanzada.
Otras que también tienen potencial son la realidad virtual y aumentada, las redes 5G, la Inteligencia Artificial, el blockchain y las criptomonedas, el metaverso y la computación cuántica.
La implementación de éstas no está carente de retos, siendo las principales la escasez de talento, la falta de experiencia y el déficit de competencias.
Otero agregó que otras barreras son la dificultad para integrar las soluciones en la infraestructura de tecnologías de información existentes.