Por Laura Vela
CIUDAD DE MÉXICO.- La televisión no morirá. Muchos son quienes han anticipado un fin inminente para la TV y sus contenidos ante la oferta en servicios de streaming –como Netflix– y propuestas como las que día a día surgen en YouTube. La realidad es otra: al igual que con los libros, los ebooks y el internet, el negocio no muere, evoluciona.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales en Radio, Televisión e Internet realizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y que se levantó entre octubre y noviembre de 2015, 26% de los entrevistados declaró consumir contenidos audiovisuales por internet, siendo YouTube (92%) la plataforma más popular para acceder a ellos, y Netflix (20%) el segundo lugar.
El dato anterior sólo deja clara la preferencia de los mexicanos por el contenido audiovisual, pero no representa peligro para la televisión, pues 98% de los hogares posee al menos un aparato televisor, con un promedio de dos en cada hogar; asimismo, poco más de la mitad de la población (56%) cuenta sólo con señal de televisión abierta, según datos de esta misma encuesta.
Los canales de televisión abierta son vistos por el 81% de la población y, de acuerdo con los encuestados, los géneros preferidos en esos canales son los noticiarios, telenovelas y películas. Además, los canales de televisión abierta también son los más vistos entre quienes cuentan con el servicio de televisión de paga, junto con contenidos como películas, series y deportes.
El mismo documento agrega que tanto la televisión abierta como la de paga son mayormente vistas durante la noche de lunes a viernes, y por las tardes en fines de semana.
Los retos de la televisión de ahora son dos, principalmente: inyectar una fuerte suma en contenido de calidad y conquistar a los nuevos públicos; desafíos que nuevos canales y propuestas están por aprovechar.
Las nuevas audiencias, inferiores a los 40 años, son más redituables para la publicidad, pero tienen hábitos totalmente diferentes, como señaló Ramiro Tovar, especialista en medios y profesor asociado al Departamento de Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Mientras que el contenido continúa siendo la clave, pero la más importante. Ahora la apuesta es cambiar de paradigma respecto de qué debe existir.
De acuerdo con Gabriel Sosa Plata, analista de medios de comunicación, la señal de televisión abierta bien aprovechada abre oportunidades de diversificación de contenidos y competencia, pero también nuevas plataformas para que pequeños y medianos anunciantes entren al negocio televisivo, lo cual, sin duda, genera oportunidades para todos.
Nuevos canales y cadenas de televisión permiten que México cuente con una mayor oferta televisiva que permita pluralidad de ideas, diversidad de contenidos e, incluso, un mayor impulso a la producción nacional independiente.
Así, la oferta de contenidos televisivos será el factor que detone el éxito de las nuevas cadenas de televisión, de acuerdo con Sosa Plata, más aún si es liderada por jugadores que tengan algún tipo de participación en el mercado de telecomunicaciones, como ha señalado Jorge Fernando Negrete, director de Mediatelecom Policy and Law.
Si ya saben cómo es ese negocio, si tienen un pie en telecom, será más sencillo que tengan éxito”, comentó Negrete para el diario Reforma.
En este sentido, la televisión abierta no deja de ser un buen negocio, pese a las opiniones que dictan lo contrario. Un ejemplo de ello son los ingresos que obtiene por venta de espacios para la publicidad comercial y gubernamental (más de 21 mil millones de pesos anuales).
Por esto y más es que la televisión abierta en nuestro país sigue viva, pues continúa influyendo en decenas de ciudades en el país e incide aún en la agenda nacional. La televisión hoy más que nunca es la opción para quienes aún no cuentan con servicio de internet en sus hogares, pues representa, con éxito, la principal fuente de información y entretenimiento para esta audiencia.
Así, al abrirse la puerta a la industria de la televisión abierta a nuevos jugadores y anunciantes, crecen las expectativas de que México tenga una industria más competitiva que, incluso, expanda sus beneficios a otros ámbitos: diversificación de la oferta y enriquecimiento de la generación de contenidos en la era de internet y la convergencia multimediática.
vía Dinero en Imagen