Por José Yuste
La red de redes ha tenido una gestión difícil. Es un proyecto totalmente novedoso, único, que México está creando.
La Red Compartida va en camino. Por fin se presentaron los dos grupos de consorcios para llevar adelante la red de redes, de la cual se “colgarán” otros operadores para ofrecer internet móvil en todo el país y a precios más accesibles. Es uno de los proyectos del sexenio.
Se llevará alrededor de una inversión de siete mil 500 millones de dólares. Sin embargo, hay dudas sobre los consorcios, en particular cuando en uno de ellos aparecieron fideicomisos con nombres de la banca de desarrollo mexicana, o posibilidades de firmas en paraísos fiscales. Ahí lo mejor, y abonando a favor del proyecto, será que los consorcios den a conocer bien a bien quiénes son sus propios socios. Hay dudas.
ALTÁN, FIDEICOMISOS Y EMPRESA POR ACLARAR
En el Consorcio Altán hay muchas compañías, pero tres de ellas son las que generan dudas.
Ahí hay dos fideicomisos. Nos aseguran que dichos fideicomisos son privados, con tenedores y administración privada, que son de deuda. Pero como aparecieron los nombres de Nafin y Bancomext, generaron dudas.
Se trata del Fideicomiso Flatam-15-12. Aquí nos dicen que se trata de un fideicomiso que cotiza en Bolsa, con tenedores 100% privados. Y en efecto, el fideicomiso hizo inversión con la banca de desarrollo en otro sector, y de ahí salieron los nombres de Nafin y Bancomext.
El otro es el “Fideicomiso 2143”. También es privado, con administrador privado. Incluso aquí está el fondo de pensiones de Quebec, Canadá (el CDPQ).
La tercera duda del Consorcio Altán es Marapendi Holding B.V. Es de este tipo de empresas internacionales cuyos socios se pierden entre tanta triangulación entre Londres y Ámsterdam.
ALTÁN, DESDE GALDÓN HASTA MEGACABLE, AXTEL Y HANSAM
El Consorcio Altán está conformado por esos dos fideicomisos y por Marapendi Holding, los cuales tendrían que transparentar más su actuación y socios. No se ven claramente.
De ahí en fuera, Altán tiene como cabeza a Eugenio Galdón, conocido en el mundo de las telecomunicaciones internacionales cuando vendió Ono a Vodafone en una multimillonaria operación.
Sin embargo, Galdón armó un consorcio muy complicado, con socios que como dijimos arriba deberían aclarar su posición, y con muchos otros socios. Desde Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial, hasta Hansam (constituida por el abogado Miguel Escobedo), pasando por las conocidas Axtel y Megacable.
Sinceramente, este consorcio parece una mezcla de todo, en el que sería positivo conocer con más transparencia socios, orígenes de capital, y qué haría cada uno de los socios.
Ahora se sabe que Morgan Stanley Infrastructure uno de los grandes financieros para aportar más del 60% de los recursos, junto con la Corporación Financiera Internacional. Pero estamos en lo mismo: este consorcio es tan complejo que valdría la pena que empezara a aclarar su distinta conformación.
RIVADA Y SPECTRUM, MÁS CLARA
El otro consorcio es el de Rivada Networks y Spectrum Frontier LP. Rivada es una empresa especializada en el manejo de redes y telecomunicaciones, con sede en Irlanda y con capital estadunidense.
Parece ser un consorcio mucho más sencillo y fuerte competidor mundial, en el que hay más claridad en sus socios. Mientras que Spectrum Frontier es una organización peculiar, tendiente a diseñar políticas públicas en telecomunicaciones que creen soluciones novedosas.
Como vemos, la red de redes, la famosa Red Compartida, ha tenido una gestión difícil. Es un proyecto totalmente novedoso, único, que México está creando. Es a través de una Asociación Público-Privada donde los privados van a inyectarle alrededor de siete mil 500 millones de dólares. De ahí la importancia de conocer, con total transparencia, quiénes son los integrantes de los consorcios. Esperemos que los mismos consorcios transparenten dicha información y despejen las dudas.
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vía Dinero en Imagen