Por: Carlos Velázquez
Si el movimiento Viajemos Todos por México (VTM), de la Secretaría de Turismo, no involucra como tal una política pública, el pasado fin de semana se descubrió un ángulo importante acerca de su importancia como herramienta de venta.
Como se sabe, más allá de la campaña de publicidad por 100 millones de pesos que se puso en marcha este año a través del Consejo de Promoción Turística de México, que dirige Lourdes Behro, no ha habido muchos recursos públicos adicionales comprometidos.
Enrique de la Madrid, secretario de Turismo, tampoco ha estado de acuerdo con la idea de crear un fondo o bolsa con un inventario turístico, para que sea distribuido a través de VTM dentro grupos cerrados con características particulares.
Es por ello que no se habla de un programa como tal, sino de una estrategia a la que se suman diversos actores de la iniciativa privada.
Lo que no muchos han visto, es que Sectur puede establecer alianzas que generan valor con otros jugadores y así fue que, partir de este año, VTM se incorporó a la oferta del Buen Fin.
Todavía se está haciendo el recuento de las ventas que generó, algo que se realiza con cierto cuidado, ya que tiene implicaciones fiscales, además de que la Secretaría de Hacienda hizo una rifa para liquidar las compras hechas con tarjeta por algunos consumidores, como una forma de tener más elementos de fiscalización de las transacciones.
Será en la primera semana de diciembre, entonces, cuando se darán a conocer los resultados del Buen Fin aunque en un primer corte de caja ya se habla de unos 80 mil millones de pesos.
Una cifra nada despreciable, que muestra cómo este fin de semana de ofertas va ganando popularidad y es un acicate para el consumo, precisamente, antes de que inicie el mes de más gasto, como es diciembre.
Lo que está interesante es que también, según la información preliminar que están reportando las empresas, resulta que en productos de viajes se concretaron operaciones que, sin duda, superarán los 200 millones de pesos, aunque no hay que descartar que lleguen a cerca de 300.
Si se ve proporcionalmente contra lo que se gastó en productos mucho más demandados como electrodomésticos y comida, resulta que no llegará ni siquiera al medio por ciento.
Pero el número en términos absolutos fue importante y no le cayó nada mal vender algunas decenas de millones de pesos a ciertas aerolíneas, agencias de viajes por internet, a alguna cadena de hotel y hasta a Reservamos, como se llama la nueva aplicación web para la comercialización de boletos de autobús.
Quizá, lo más importante es que esta primera “probadita” despertó el interés de más participantes, por lo que es probable que el próximo año crezca de manera relevante la venta de productos turísticos en el Buen Fin.
Así es que no le fue nada mal a Maru González O’Farril, coordinadora del programa VTM, quien desde el CPTM ha estado empujando esta propuesta que nació en la Sectur.
Vía Excélsior