Por Itzel Castañares
La Comisión de Economía de la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, para incentivar a las empresas de telecomunicaciones a que faciliten el acceso a servicios en las Zonas Económicas Especiales (ZEE) y áreas de influencia en el todo el país.
Estas zonas están sujetas a una ley federal aprobada en junio de 2016, la cual tiene como finalidad impulsar el crecimiento sostenible en las regiones del país con mayores rezagos en desarrollo social.
Las modificaciones en los artículos 2 y 14 de este marco jurídico, referentes a convenios y definiciones así como a contratos macro, buscan promover acciones para que las empresas concursantes en las licitaciones tomen decisiones “que busquen generar condiciones de vida dignas y desarrollo económico igualitario para la población de más bajos recursos”, precisa un documento emitido por la Cámara Baja.
Fernando López, director general regional para México y Centro América de la ASIET, señaló en entrevista con El Financiero que entre las condiciones que frenan el alcance mayor de conectividad en el país está la barrera que suponen las diferentes normativas bajo las que se rigen los gobiernos locales para realizar despliegues de infraestructura y desarrollar proyectos en materia de conectividad.
En ese sentido, comentó que a la industria de telecomunicaciones le resulta complicado llegar a ciertas zonas, lo que se suma al nuevo entorno de competitividad.
“Para la instalación de redes se requieren de permisos de municipios, y al no tener una regulación homogénea, impide desarrollar infraestructura y llevar mayor conectividad en algunos lugares en donde se podría, sumado a las exigencias de las empresas para dar servicios de calidad, en un entorno competitivo, lo que plantea un panorama con muchas restricciones”, señaló.
López apuntó que el ingreso promedio de los mexicanos es otro de los factores que limitan el incremento al acceso a la conectividad, un aspecto que ante los nuevos proyectos, se espera se disipe y se logre mayor conectividad a menores costos, con el esfuerzo conjunto de gobierno y empresas.
Vía El Financiero