Llegará al planeta rojo en el 2020.
Pekín ha invertido miles de millones de euros en su programa espacial para compensar su retraso respecto a Estados Unidos y Europa. En abril anunció su intención de enviar un robot a Marte.
Zhang Rongqiao, el jefe del proyecto, prevé que el lanzamiento se hará en julio o agosto de 2020, informa Xinhua.
“Los desafíos fijados no tienen precedentes”, añadió Zhang.
Un cohete “Larga Marcha 5” se lanzará desde el nuevo centro de lanzamiento de satélites de Wenchang, en la provincia insular de Hainan, informó la agencia citando a Ye Peijian, un asesor de la misión.
El aterrizador se separará del orbitador al final del viaje entre la Tierra y Marte de unos siete meses de duración. Debería posarse cerca del ecuador del planeta rojo, desde donde el vehículo explorará la superficie marciana.
El robot, de 200 kilos de peso, tendrá seis ruedas y cuatro paneles solares y debería estar operacional durante unos 92 días.
Llevará 13 equipamientos, entre ellos un aparato fotográfico de teledetección y un radar, para estudiar la composición del suelo, del medio ambiente y de la atmósfera, en busca sobre todo de rastros de agua y de hielo.
El programa espacial de Pekín, motivo de orgullo nacional y dirigido por el ejército, es un símbolo del creciente estatus internacional de China.
En 2013, Pekín consiguió desembarcar en la Luna un vehículo guiado a distancia llamado “Conejo de jade”, que, aunque sufrió algunos percances mecánicos, vivió más tiempo de lo esperado.
Por el momento China se ha contentado con repetir las hazañas espaciales de otros, como Estados Unidos y Europa.
India se convirtió en septiembre de 2014 en el primer país de Asia en alcanzar Marte con una sonda de bajo coste.
Estados Unidos ya consiguió enviar dos vehículos teledirigidos a Marte, y la ex URSS y la Agencia Espacial Europea (ESA) también han efectuado misiones al planeta rojo.
En 2011, el primer intento chino para enviar un satélite en órbita alrededor de Marte fue un fracaso.
vía Expansión