Por: Diego Perez
Mucha inversión, nada asegurado.
La industria automotriz apunta a la creación de una tecnología que revolucionaría la movilidad a nivel mundial: la creación del coche autónomo.
Quitar el volante al propietario del vehículo revolucionaría la movilidad a nivel mundial, y de acuerdo a Elon Musk (CEO de Tesla), reduciría la cantidad de muertes por accidentes en auto. La apuesta está hecha y las grandes automotrices, invierten grandes cantidades de dinero en el desarrollo de este tipo de autos.
Cuando tres gigantes tecnológicos anunciaron que participarían en la carrera de la concepción del coche sin conductor, muchos quedamos sorprendidos: Google, Apple e incluso Uber, quieren su tajada de lo que parece el futuro. Pero esta apuesta podría convertirse en su gran problema.
Google comenzó el proyecto Waymo en 2009, desde entonces ha gastado cantidades enormes de dinero en adelantarse a sus competidores. Lo cierto, es que lo poco que se sabe, demostraría que están lejos de completar su apuesta. Y que incluso podrían estar retrasados en comparación a muchos de sus rivales, Nissan por ejemplo.
El problema llegó cuando Uber decidió entrar en la competencia y vislumbró la posibilidad de ofrecer un servicio en el que desecharía al conductor. Pese a que produciría menos empleos, eliminaría la tarifa designada a sus “asociados” –como nombra a quienes deciden trabajar conduciendo en su plataforma–, mayor ganancia para una empresa que ha visto un año difícil por escándalos laborales y políticos.
Como lo publicó El Mundo, Uber aprovechó que uno de los ingenieros de Google (Anthony Levandowsky) implicados en Waymo renunció y lo unió a sus filas.
La compañía de taxis privados apuesta su futuro a esta tecnología, pero Google los demandó argumentando que su contratación robó documentos confidenciales de Waymo. De perder la demanda, estarían en serios problemas.
Pese a que Apple se mantiene firme como una de las compañías más poderosas a nivel mundial, hace unos años anunciaron el desarrollo del Apple Car. Un proyecto con varios años en desarrollo, que al comienzo de 2017, fue considerado por analistas como muerto.
Sin embargo, una filtración reciente de AP reveló que el Departamento de Vehículos Motorizados de California les otorgó un permiso este año para realizar las pruebas de un vehículo autónomo.
Tan sólo en 2016, el sitio especializado en empresas Above Avalon, mencionó que una inversión de más de 10 mil millones en investigación de Apple revelaba un proyecto grande en camino. Muchos apuntaron a Apple Car, que declararon un fracaso tan sólo meses después.
El permiso revela que Apple no ha quitado el dedo en el renglón, pero la participación de estos tres gigantes tecnológicos en un territorio que es nuevo para ellos, podría salirles caro. Tesla es –en apariencia– la empresa más adelantada en la materia y se siguen de cerca Nissan, Intel y otras marcas tradicionales como Ford.
Si ninguno de ellos se convierte en el primero, aunque la inversión podría redituarles algunas ganancias, tendrán que enfrentar el hecho de no ser los primeros. Podríamos estar ante uno de los grandes fracasos de al menos dos de estas compañías.
Vía: Dinero en Imagen