Por: Redacción
En 1995, durante la temporada siete de Los Simpson, apareció por primera vez Mona Simpson, la misteriosa madre de Homero. En ese episodio, “Mother Simpson”, se reveló una parte importante de la historia de esta mujer, culpable en gran medida del extraño y absurdo comportamiento del personaje principal. Descubrimos que Mona estuvo escondida desde que Homero era joven por diversas razones que con el paso del tiempo se fueron explicando.
Desde ese momento, Mona se volvió un personaje no muy recurrente pero que tenía diversas apariciones en algunos episodios, siempre llevados por la voz de Glenn Close (¿quién más?). La última vez que formó parte de la larga historia de Los Simpson fue en el episodio número 636 de la serie, el cual se televisó en Estados Unidos la noche del 29 de abril.
“Forgive and Regret” no sólo le dio a la serie el récord de la mayor cantidad de episodios para un programa de televisión, dejando atrás a Gunsmoke, la cual salió al aire de 1955 a 1975. Como sabemos, Los Simpson llevan casi 30 años… sino también formó parte de la tierna historia entre Homero y Mona, pues aquí recuerda cómo horneaba pies de manzana con su mamá. Antes de que Mona huyera y se alejara de la vida de Abraham y su hijo, horneaba y escribía mensajes dedicados a Homero detrás de las recetas.
SPOILER: Cuando se fue, el abuelo tiró todas esas recetas y cartas y cambió la historia de lo que realmente sucedió con su mamá. Sin embargo, Homero nunca olvidó esos momentos con Mona, no tampoco que esos pies eran los mejores que había probado en su vida. En alguna parte del episodio, se puede ver una de las tarjetas con la receta del pie de manzana que preparaban juntos.
Así que si ya tienes la lágrima colgando y la mejor manera de calmar esa tristeza es comiendo algo dulce y delicioso, te dejamos la receta para preparar el pie de manzana, el único recuerdo que Homero tiene de su mamá.
Los ingredientes que debes mezclar en un recipiente:
3 tazas de harina
1 cucharada pequeña de sal
2 cucharadas soperas de azúcar
½ cucharada pequeña de canela en polvo
¿Qué manzanas necesitas?
3 manzanas golden
3 manzanas verdes (son más ácidas)
3 manzanas a elegir que no sean McIntosh (color rojo y verde)
Toma 450 gramos de mantequilla, lo más fría posible, y divide en 16 pedazos iguales. Con tus dedos, mezcla la harina mezclada con la mantequilla. Cuando la mezcla se vea como si fueran moronas del tamaño de una almendra o un chícharo, es porque ya está lista.
Agrega 1 cucharada sopera de vinagre y 1 taza de hielo, rocía estos dos sobre la mantequilla y la harina. Mezcla todos estos como si fuera una ensalada. Luego, amasa la mezcla dos veces, y colócala en un recipiente plano, pártelo a la mitad. Envuelve las dos partes en plástico adherente y deja que se refrigeran por una hora.
Pela las manzanas y quita la pulpa de los centros de la manzanas. Corta la fruta en 9 pedazos de 9 milímetros, aproximadamente. Colócalos en un recipiente. Agrega azúcar morena al gusto, canela y una pizca de sal. Mézclalos. Luego, agrega 3 cucharadas soperas de harina para espesar la masa y mezcla con los pedazos de manzana hasta cubrirlos completamente.
Toma 450 gramos de masilla, amasala con un rodillo y cubre un recipiente de cristal para tartas de 22 centímetros, aproximadamente. Llénalo con las manzanas. Amasa el otro pedazo de la mezcla y recúbrelo con las manzanas. Corta la superficie y las costras del fondo. Ondula las orillas, de 2.5 centímetros. Ha cuatro cortes simétricos en la superficie. Con una brocha, cubre la superficie con huevo batido y un poco de crema de leche.
Con un horno precalentado a 425 grados, hornea unos 20 minutos. Baja la temperatura a 375 grados y hornea por otros 40 minutos hasta que las manzanas se hagan más blandas cuando las pinches con el tenedor.
La receta que aparece en “Forgive and Regret” es de la cocinera Evan Kleiman.
Vía: Sopitas